El diecisiete es bonito. Euler demostró que el polígono de 17 lados era dibujable con regla y compás, y por ello para su lápida pidió su representación. No quisieron o no pudieron cumplir su voluntad.
El 17 de diciembre de 2008 se publicó la primera entrada de Turismo matemático: un mero anuncio de puesta en marcha.
La bitácora se la debo a la estimulante clase de primero de bachillerato del curso 2007-2008. Excepcionalmente el Instituto me adjudicó impartir Informática y no me pareció coherente exponer cómo se elaboraba un blog sin haber editado uno. La aventura se puso en marcha.
Turismo matemático es algo modesto en la blogesfera. Hoy las grandes cifras parecen estar en Facebook, X o Instagran, plataformas concebidas para un mundo acelerado.
Aficionado de siempre a la Historia de la ciencia y a rebuscar la presencia de la matemática en los lugares recónditos, me parecía que había que tender puentes entre disciplinas: la historia, el arte y la matemática. La Historia se inscribe en el tiempo, el Arte en la belleza y Turismo en el espacio. No debemos renunciar a nada.
Hacer TM me ha producido muchas satisfacciones, he disfrutado mucho y considero su utilidad como un subproducto. Me alegra mucho constatar que la bitácora es seguida también por no matemáticos, por interesados en el arte y en su gran diversidad de perspectivas. La cultura tiene múltiples caras y la matemática no deja de ser parte de las Humanidades.
El peso de la edad, la salud y la economía están poniendo límites a la continuidad de la bitácora tras 1600 fichas. Hemos pasado de dos entradas nuevas semanales a solo una, y a partir de 2026 mantendremos actualizaciones más espaciadas según dispongamos de materias de interés.