Decir que esta humanidad es inhumana es ya marcar un mojón en ese camino.
Decir que estoy harto de imbéciles que se creen con derecho a maltratar a otros congéneres, es poner otro mojón más.
Decir que muchos políticos mundiales con mucho dinero y que pueden llevar a su país y parte de su comparsa, a matar por matar, sabiendo que también al final él y sus acólitos acabarán desapareciendo del globo terráqueo.
Esto ya es poner los últimos sentidos sin sentido a ese camino.
Y todo ello me impulsa entre otras cosas, a decir que estoy harto.