Un buen profesional en ventas que estaba en búsqueda activa desde hace casi un año, pasa unas buenas Navidades anímicamente hablando porque le acaban de comunicar su contratación en una empresa de comunicación para realizar labores comerciales. Se incorpora, pasa por el síndrome de la ubicación y adaptación que todos hemos sufrido alguna vez, y empieza su labor con éxitos reales ya en su primer mes. El viernes 27 de enero se reúne todo el equipo comercial con su delegado y con el Director Territorial para revisar el inicio de año. Se da reconocimiento a la labor primeriza de mi Amigo y se anima a todos a seguir por el camino iniciado. Mi Amigo satisfecho piensa, no está nada mal para ser mi primer mes, estoy bien, voy por el buen camino. Finalizada la reunión, llaman a mi Amigo en privado el delegado y el director territorial y le indican que queda despedido por no cubrir las expectativas depositadas en el. Mi Amigo, totalmente sorprendido, pregunta por qué circunstancias y tan solo se le indica y con mucha desgana y ningún interés personal en que se ha decidido así y que abandone las dependencias. No seré yo quien cuestione, las expectativas de la empresa, o los resultados alcanzados en su primer mes de mi Amigo. La empresa es libre de actuar como mejor le convenga, pero lo que aquí estoy planteando es ¿Debemos desprendernos de las personas que no estén alineados con los objetivos de la empresa de cualquier manera o incluso de forma especialmente ofensiva? Evidentemente no. Los que estamos centrados verdaderamente en la importancia de las Personas en las Organizaciones, sabemos que tenemos muchas alternativas para lograr un avance del rendimiento de las personas, la principal la comunicación real de lo que esperamos, las herramientas necesarias, el tiempo prudente y la colaboración permanente. Si aun así debemos de prescindir de una persona, tenemos una magnifica posibilidad de demostrar al resto de personas que quedan y especialmente al que se prescinde de la importancia de ellas para un logro planificado, además de dar confianza al que se va de que tienes valores que sin duda otras empresas sabrán explotar. No podemos, No debemos gestionar las personas con miedos, sin comunicación, y menos haciendo que la autoestima de las personas se resienta de forma importante para complicar aun más la dificultad de poder contribuir en otro empresa, en estos tiempos complicados. El área de Personas de la empresa, más que nunca tiene que lograr ayudar al resto de departamentos a alcanzar los objetivos globales de la empresa, hoy existen importantes herramientas a nuestra disposición que pasan por el estricto conocimiento de valores, competencias y habilidades y poder elaborar posteriormente de forma inmediata trazar el plan de ruta. He visto como empresas realizando acciones de Assesment previamente le permiten conocer y planear las acciones a realizar para que cada uno de lo mejor de sí mismo en la consecución del logro, a la vez que aumente el grado de pertenencia y la sensación de que trabajo en una buena empresa, donde merece la pena el esforzarse. Personas Motivadas y Entrenadas.
Hazlo así y si precisas ayuda o soporte, piensa que no estás solo. La ex empresa de mi amigo la precisa