Declaraciones del ex primer ministro de Francia Manuel Valls a Le Parisien (entrevista)

Publicado el 29 octubre 2017 por Jblor8

estamos siendo testigos de la crisis más grave que ha enfrentado la democracia española desde que adoptó en 1978 su Constitución, una de las más democráticas del mundo. Esta es una crisis más grave que el intento de golpe de 1981 o el enfrentamiento con el terrorismo vasco porque existe el riesgo de dislocación de España.

Nací en Barcelona en el seno de una familia catalana y catalana y llegué a naturalizar el francés desde 1982. Me expreso como político francés y primer europeo que ve las consecuencias que implicarían el desmembramiento de España. Los separatistas hicieron creer a los catalanes que la secesión sería posible sin riesgo, que Catañuña podría abandonar España mientras permanecía en la Unión Europea o la zona del euro, y que las empresas no se moverían. Pero es todo lo contrario: Cataluña saldría de Europa y la zona euro. Y hoy hay 1700 empresas que ya han mudado su sede.


La historia de Cataluña es, sin embargo, muy particular ...

Sí, y esto explica su estado autónomo, que es uno de los más avanzados de Europa. Esta región tiene la particularidad de ser tanto catalana como española y europea: si eliminas uno de estos tres elementos, es su identidad la que entra en crisis. Hay muchas razones para las tensiones entre Barcelona y Madrid. Pero nada puede justificar el proyecto de independencia de esta región, que representa el 20% del PIB de España y que, como no se suele decir, es al mismo tiempo profundamente español.

¿Qué esperas de las elecciones locales convocadas por Madrid el 21 de diciembre?

Devolverle la palabra a la gente fue, sin duda, la solución. Es de esperar que de estas elecciones surjan un parlamento y un gobierno catalán que puedan encontrar el camino de la sabiduría y el diálogo. Mi temor es que la confrontación dentro de la sociedad catalana primero y entre parte de la sociedad catalana y el resto de España sea sostenible. Debemos tener cuidado porque la historia puede volverse trágica nuevamente. Cuando tocamos las fronteras, la identidad, despertamos los impulsos que trajeron lo peor en España en los años 30. Independencia, el nacionalismo aún lleva en ellos el sectarismo y el rechazo.

¿Está la administración central española en condiciones de garantizar las atribuciones de las instituciones catalanas?

La elección hecha por el Gobierno español y el Senado es la correcta. Consiste en minimizar el período de incertidumbre con elecciones que se llevarán a cabo muy rápidamente, en dos meses. Para entonces, el estado español tiene los medios para gestionar directamente la administración catalana, aunque habrá, por supuesto, tensiones y será muy fácil patinar.