Una decoración infantil, mínima, con apenas unas líneas negras trazadas sobre el fondo blanco. Y el gran protagonista de la tienda es el producto.
Ese es el concepto de la tienda de chucherías The Candy Room, en Melbourne, Australia. El color lo pone el producto, las decenas de bandejas dispuestas aquí y allá con golosinas.
Este concepto de decoración, inspirado en los cómics o en los dibujos infantiles, es válido también para otros pequeños comercios, distintos a la venta de caramelos. Veamos como ejemplo la tienda de ropa infantil Piccino, en Valencia.
Las líneas evocan un taller de costura, con su mobiliario y enseres clásicos. La nota de color la dan las cortinas, el espejo, las mariposas y los niños, dibujados con tonos vivos.
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