Es la frase que he oído que le dijeron a un famosísimo (internacionalmente) pianista. La típica de "No vales para la música" (emoticono de indignación por mi parte).
Al principio de la vida de un estudiante de música, la música no lo es todo para un niño. Ellos tienen además otras inquietudes, no se puede tener una vocación y pasión absoluta hacia un solo objetivo y necesitan más estímulos y explorar, necesitan experiencias diversas para decidir cual es su "elemento", como diría Sir Ken Robinson.
En muchas ocasiones los alumnos pasan crisis del tipo "no sé si seguir o no con estos estudios" lo cual no indica mucho, pues tras ellas se encuentran fogonazos de vocación y carreras de éxitos maravillosas/os.
El problema lo tenemos cuando a un alumno/a no tan brillante pero con ganas, con gran motivación, el profesor/a se atreve a decirle que no tiene futuro para el piano (aplíquese al resto de instrumentos) y le profiere, cual profecía de cumplimiento seguro (no sé quién les da el título de "Adivinos" (quizá lo obtuvieron en la escuela de Rappel o Sandro Rey, que fallan más que aciertan, ya que el futuro es imposible de predecir o adivinar con exactitud, otra cosa es hacer ciertas predicciones en ciertos ámbitos pero que tampoco aseguran al cien por cien que se vayan a cumplir) y el mundo está lleno de músicos cuyos "profetas" les intentaron desencaminar y ellos demuestran ejerciendo la profesión musical lo equivocados que estaban.
Si oyes estas frases ya sabes: a palabras necias, oídos sordos!!!