Defender la fe a cañonazos

Publicado el 20 septiembre 2010 por ArÍstides


EL ORGULLO ES EL COMPLEMENTO DE LA IGNORANCIA. Fontenelle

La guerra de Irak ha dejado en el país más de cien mil muertos, sin contar mutilados, huérfanos y familias destruidas. ¿Para qué? Por su parte, las bajas americanas superan las cinco mil. ¿Con qué fin? La guerra deja un país desolado en la república árabe y con un déficit descomunal en las arcas americanas. ¿Era necesario? Allí no había bombas de destrucción masiva, ni Sadan Hussein tuvo nada que ver con el atentado del 11 S. Todo este horror para terminar con un tirano.

En una guerra que no era religiosa ha sido precisamente la religión la gran ganadora. Hoy, en el noveno aniversario de los atentados, los ánimos fundamentalistas están desatados en torno a la zona cero. Las religiones están desarrollando su “guerra santa” en territorio americano y se está defendiendo la religión a garrotazos.¿Por qué? Después de tantas amenazas y tanta sin razón las creencias religiosas se sienten amenazadas y los talibanes son más fanáticos que antes de comenzar la guerra.

Se puede decir que esta guerra la ha ganado el islam más radical. Ese que, por defender su fe, no duda en segar la vida de terceros o de autoinmolarse al servicio de Alá. Hoy el mundo está más radicalizado y la causa del islam más fuerte. La batalla en las trincheras no queda claro quién la ganará, pero en la religiosa la expansión del Corán es incuestionable. Marx decía que la “religión es el opio del pueblo” y ésta se halla presente en unos textos sagrados seguidos por millones de incondicionales.

EEUU y las tropas aliadas podrán ejercer sus misiones militares con todo el talendo que sus destrezas les permitan, pero la batalla se está dilucidando en los fundamentalismos religiosos; mucho más peligrosos y letales que el napalm y los cañones. Durante estos años la presión y la amenaza sobre las creencias religiosas ha hecho que se sientan fuertes aumentado su radicalidad y fanatismo, y las herejías en la actualidad se combaten con quemas de libros, atentados en mezquitas o con bombas que afectan a inocentes.