Francisco Sáez nos habla del modelo de los tres tipos de actividad de Getting Things Done.
Para refrescar la memoria, según David Allen puedes elegir hacer una de estas tres actividades en cada momento:
- Hacer un trabajo que ya has definido previamente
- Hacer el trabajo a medida que surge
- Definir el propio trabajo
Cuando leí por primera vez sobre este tema, me parecía muy interesante y obvio, pero luego me he dado cuenta de que en la práctica el modelo aporto muy poco; no es algo que me ayuda en mi día a día.
En la práctica utilizo un modelo simplificado alternativo de dos tipos de trabajo:1
- El trabajo que yo he elegido conscientemente para hacer
- El trabajo que hago sin haberlo elegido previamente
El segundo punto incluye la parte negativa del punto 2 de la lista de David Allen y es que intento evitar dedicando más esfuerzos a puntos 1 y 3 de la lista de David. Esto coincide bien con el consejo de Francisco:
El problema es cuando estás trabajando en modo reactivo de manera constante porque no has dedicado el tiempo necesario para definir el trabajo que ha ido cayendo sobre tu mesa. De repente, alguien te llama para ver cómo va su proyecto y te das cuenta de que tienes las notas de aquel proyecto debajo de una pila de papeles en tu escritorio y ni siquiera has empezado. O tu marido te recuerda que tenéis mañana una cena en casa de unos amigos y no has ido a recoger esos folletos sobre viajes a Nueva Zelanda de los que queríais hablar en la cena.
Obviamente, el trabajo no-planificado no solo procede de una falta de planificación por tu parte, sino también por los malos hábitos de los demás, pero eso es otro problema.
- También utilizo un modelo más completo con 8 tipos de actividades que realmente puede servir para priorizar el trabajo. Estoy escribiendo un post para explicar este modelo en más detalle. ↩︎
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