En junio, el conjunto nacional Sub 17 cayó en octavos de final, 4-2 en la definición con Inglaterra. Lo mismo le sucedió a la mayor en julio frente a Uruguay aunque el resultado final fue 5-4. En agosto, la historia se repitió y Argentina quedó eliminada del Mundial de Colombia.
En lo que respecta al partido, muy poco. En el nivel general, mucho tuvo que ver el intenso calor que se registró al comienzo del encuentro (17 hora en el país cafetero). Temperaturas de más de 30ºC y una humedad también muy alta. De hecho, Cartagena cuenta con un promedio de 90%.
Sin duda eso influyó en el aspecto físico de los jugadores más allá que, claro está, ninguno de los dos equipos jugó bien o lo suficiente como para ganar el partido en el tiempo reglamentario. Argentina completó un desempeño similar al del torneo. Una defensa establecida y difícil de pasar, además de un arquero que da garantías (aunque tuvo una salida en falso que casi termina en gol). Arriba, desorden, individualidades, alguna que otra pared y con eso se intenta llegar al gol.
Portugal también coincidió con sus anteriores actuaciones. Apenas tres goles en cinco partidos, evidenciaron la falta de poder ofensivo del conjunto europeo que esta tarde no mostró más que tiros de media distancia. Del mismo modo, el hecho de que todavía no le hayan anotado goles también significa que se cierran bien a la hora de defender.
Por eso, el partido deambuló en una modorra generalizada desde las emociones. Como siempre, los chicos corrieron muchísimo para llenar espacios aunque no tanto para prestarse al pase. Roberto Pereyra y Nicolás Tagliafico tuvieron, físicamente, un desempeño emocionante y, futbolísticamente, fueron correctos. El problema fue que ante la salida de Facundo Ferreyra por Juan Iturbe (modificación que Walter Perazzo ya había hecho anteriormente) tanto el lateral izquierdo como el volante derecho sintieron la ausencia de un atacante definido. Llegaban al fondo pero al momento de tirar el centro no encontraron a nadie.
Finalmente, tras un alargue sin sentido, ambos equipos debieron definir mediante el tiro penal. Nuno Reis y Erik Lamela convirtieron el primero para cada selección; Andrada se lo atajó a Danilo y luego a Roderick. En Argentina anotaron Iturbe y Nervo por lo que se puso 3-1. Pero luego, para Portugal, anotaron Rafael Lopes y Nelson Oliveira mientras que en el conjunto nacional erró Leandro González Pires y Mika, el arquero luso, se lo paró a Alan Ruíz. En el uno a uno, metieron Tiago Ferreira y Agustín Vuletich. En la segunda tanda, Sergio Oliveira hizo el suyo y luego Tagliafico no pudo superar al portero.
De esta manera, el sueño argentino quedó pulverizado a escombros. Es cierto que los chicos no maravillaron y no fueron un bloque colectivo en ningún momento, pero tampoco fueron menos que el resto. Nuevamente, los penales dejaron afuera a la celeste y blanca. Un año fatídico desde ese aspecto.
Gracias al triunfo, el conjunto portugués enfrentará el próximo miércoles en Medellín al ganador de Nigeria – Francia que se enfrentarán mañana en Cali desde las 15 (hora de Colombia).