El 22 de mayo de 2011, Silvia Brugos celebraba junto a sus compañeros su elección como concejala de la pequeña localidad asturiana de Degaña. De pronto su móvil sonó. Su exmarido, José Manuel Álvarez Fernández le lanzó un amenazante mensaje: “Ya eres concejala, seguro que estás muy contenta, pero lo vas a pagar”. El lunes 23 de mayo, a las 6 de la mañana irrumpió José Manuel Álvarez en casa de Silvia. Portaba un machete con el que mató al padre, hermano y novio de su exesposa, además de herir a ésta y a su madre. La propia Silvia avisó a la Guardia Civil. En el lugar de los hechos también se encontraban los dos hijos de la agredida y su exmarido, de 6 y 11 años de edad, que presenciaron los hechos sin recibir ningún tipo de agresión física. El acusado fue detenido dos horas después de los hechos en el municipio leonés de Toreno, cuando pretendió embestir con su vehículo a otro de la benemérita en su huida. El 20 de febrero de 2014, José Manuel fue condenado a 89 años y 2 meses de prisión.
Degaña es una población de apenas unos 1000 habitantes. Se conocen todos los vecinos. Incluso el que fuera acusado y absuelto en el crimen de Sheila Barrero, Borja V.G. con su familia y la de Sheila viven en el mismo municipio. Es imposible evitar cruzarse por la calle, ni tan siquiera esquivar las miradas de sospecha que aún recaen sobre ellos, sobre todo de los parientes de Sheila, que creen que el autor del crimen fue Borja con la ayuda de alguna otra persona.