Deja de buscar y lo encontrarás

Publicado el 08 febrero 2010 por Rosehill

Cuando dejas de buscar es cuando empiezas a encontrar.

Es probable que mis palabras te resulten poco coherentes en el contexto vital en el que te encuentras. Y eso será porque no llegas a entender lo que te quiero transmitir con mi mensaje. La búsqueda de algo es la manifestación de que no existe en tu realidad. Es la declaración de que te encuentras en el lugar equivocado, de que no se te ha sido concedida aquella experiencia que tanto deseas y para la que te crees digno recibir….. y en verdad eres digno de ella. Te aseguro que lo eres.

No te preocupes si ahora no tienes lo que tanto deseas tener en tu vida. Todo lo que tanto anhelas seguramente está cerca de ti, pero necesitas cambiar el nivel vibratorio de tu energía para dejar que suceda lo que TENGA que suceder. Y eso no quiere decir que todo lo que deseas vivir vayas a vivirlo en el momento en que cambies tu nivel vibratorio. Puede que sí…o puede que no. Eso dependerá de tu momento de vida. Te explico…

Hay una ley universal que explica claramente lo que te expongo. Tu deseo por algo debe estar en consonancia vibratoria contigo mismo. Si deseas algo que no concierne a tu momento de vida, es decir, algo que no te va a favorecer en tu propia evolución, en base a quién eres y dónde te encuentras en este momento, entonces eso no se aproximará a tu contexto vital. Es decir, no lo tendrás porque no debes tenerlo. Si algo llega a ti es porque tú así lo has dispuesto. Esa disposición puede haber sucedido de forma consciente, de forma inconsciente o de forma superconsciente. Las dos primeras conciernen a todas las elecciones que consciente o inconscientemente tomamos en cada momento de nuestra vida. Pero…..¿Qué hay de la tercera? ¿Qué es mi superconsciente?

Tu superconsciente es una forma de llamar a la sabiduría de tu ALMA. Sí, te estoy hablando de tu alma, la parte MAS GRANDE Y SIGNIFICATIVA de ti. Tu alma está tomando parte constantemente en tu vida. ¿Creías que se iba a olvidar de ti?

Es fácil reconocer los frutos de nuestras cosechas cuando son recibidas como adecuadas a nuestros deseos. No lo es tanto agradecer que eso suceda cuando nos sentimos fuera de contexto con lo que estamos viviendo. Creemos que eso no puede formar parte de nuestro plan, de nuestro propósito. Llegamos a pensar que eso que deseamos no lo hemos hecho con la suficiente intensidad y por consiguiente hemos fallado en algo. Lo convertimos en un agujero, cuando en realidad se trata de un escalón que debemos subir y que sólo nos puede llevar más alto en nuestro camino. No existen escalones en tu vida que no puedas subir y que de alguna forma hayan sido despuestos por ti para tu propósito más alto .

Si te encuentras desolado en la búsqueda de una vida, de un objeto, de un ser, de una pasión perdida, de una realidad que te está siendo negada a cada momento por alguna extraña razón que no llegas a entender, no te preocupes. Simplemente lo que esta pasando es que la forma en la que lo estas deseando te posiciona como un buscador, es decir; alguien que no tiene lo que desea encontrar. Deja de buscar y encontrarás. Muchas de las cosas que tanto buscas ya están cerca de ti, cerca de tu entorno, cerca de tu lugar habitual. Muchas de esas cosas ya están en tu vida. Sólo te queda reconocerlas y disfrutar del hallazgo.

Dejar de buscar no es sólo una acción liberadora de la carga que te supone tal estado de ansiedad sino que además te permite experimentar DE NUEVO el flujo de la energía de la vida que hasta ese momento estabas reteniendo en ti. Dejando de buscar permites que la vida vuelva a expresarse en ti, desde ti y a través de ti. Desde el momento que así lo hagas, podrás experimentar cómo tu contexto vital se irá poco a poco transformando.

Dejar de buscar tiene más beneficios. Te permite cosechar un estado de paz interior, fruto del fluir de la vida, que además te permitirá empezar a reconocer cosas que hasta entonces no lograbas entender.

Finalmente, dejar de buscar es encontrar la fuente que yace en ti, liberarla, beber de ella y volver a reconocerte como parte de la perfección. En ese reconocimiento, reconoces la perfeccion de lo que llega hasta tu vida y así empiezas a agradecer lo vivido.

El acto de dejar de buscar es agradecer lo que ya tienes, porque siempre tienes aquello que necesitas para llegar donde realmente quieres llegar.

Hasta pronto

Luis


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