“Déjame Entrar” (2008) - Review

Publicado el 18 octubre 2013 por Alfredo Eduardo López Liñares @BackInMadrid

El título es sugerente. No queda claro si es una orden, un pedido o una súplica. En cualquier caso yo abrí la puerta y dejé entrar a esta pequeña joya cinematográfica. Hice muy bien.
Ver esta película me hizo recuperar un poco la fe en un género que creía totalmente perdido después de la saga Crepúsculo (Twilight), el cine de vampiros.
El mismísimo Conde Drácula arrancó la pata de una mesa y se atravesó el pecho al ver lo que Pattinson, Stewart y los demás murciélagos chisporroteantes le hicieron a su reputación. Esa grotesca mezcla entre My Little Pony, Cariñositos y el culebrón de las 3 y media casi arruinaron por completo la mitología de estos depredadores de las tinieblas.
Déjame Entrar” resucita el encanto de estos muertos.
Lo primero a destacar es que no se trata de un film proveniente de la monótona industria hollywoodense. Es una película sueca y eso se nota en cada escena.

El entorno es diferente. Suecia es un país nórdico, muy frío y mucho más en invierno y quienes viven allí tienen sus vidas ajustadas a ese duro clima. Todo funciona allí y por eso es uno de los países con mejor calidad de vida del mundo.
Pero lo interesante es que el espectador se puede meter de entrada en un mundo que le es extraño, situaciones, objetos y lugares poco comunes para muchos de nosotros.
Todo ese “misterio” crea un halo bajo el cual se desarrolla una trama atrapante, tenebrosa e impredecible.
La historia está ambientada en los años '80. Oskar es un niño de 12 años que sufre abuso de sus compañeros en la escuela, lo que hoy conocemos como bulling. No es tonto ni mucho menos, pero su carácter bondadoso y su inocencia hacen que no pueda enfrentarse a los habituales cobardes que atacan en grupo para amedrentar al indefenso. Para subirse la autoestima destruyendo a otros. Eso sí hay en todos lados.
Sus padres están separados y su madre con quien vive tampoco parece tener mucho tiempo para él. Una noche, mientras masticaba bronca e impotencia por las cosas que pasaban en su vida, conoció a Eli en el patio de su edificio. Desde entonces todo comenzó a cambiar.
Eli tampoco tuvo una infancia fácil, ni mucho menos. Pero conserva una gran parte de su inocencia y pureza, y es que en realidad “tan solo tiene doce años, pero desde hace mucho tiempo”.

El ritmo de la película es tranquilo pero intenso. Todo ocurre en su momento. Los ingredientes están perfectamente balanceados y el espectador en todo momento quedará atrapado, mirará sin pestañear hasta ver qué ocurre finalmente.
Nunca quiero destripar demasiado el argumento de las películas en el blog porque me parece imprescindible que cada persona pueda descubrirlo por sí sola, solo deseo despertar el deseo de hacerlo. Únicamente diré que me pareció sorprendentemente genial y un momento totalmente recomendable para quien conserve aunque sea un mínimo interés en la mitología vampírica.
También existe una versión americana posterior de esta película, un remake. Es muy típico que cuando ven algo bueno fuera de sus fronteras, lo compran, le agregan plástico y hamburguesas, lo envuelven con su modelo moral y lo venden como propio. Yo prefiero mil veces la versión original sueca, porque además de brindarnos una historia escalofriante nos permitirá penetrar en un mundo y una cultura que no es la nuestra (a menos que seamos suecos, claro) y eso nos enriquece.
Sólo quiero dejar una pregunta final para que la respondan en los comentarios quienes decidan verla o ya la hayan visto: ¿El que vive con Eli, es su padre, o…?



Título original: Låt den rätte komma in
                (Let the Right One In)
Año: 2008 Duración: 110 min. País: Suecia Director: Tomas Alfredson Web Oficial: http://www.lettherightoneinmovie.com