Eras joven, irrespetuoso, chapas, ropa sucia, chicle, te chupaba todo bastante un huevo. Y se notaba. ¿Qué otra explicación habría sino para que alguien tenga un mail que es elmasporonga@hotmail.com?
Porque era así, los mails eran novedad grosa y vos tenías que tener uno que nadie tuviera, uno canchero. Y sí viejo, tenías energía y necesitabas expresarte. Para que marianitalamaslinda87@hotmial.com después diga: uy qué cool es este pibe de mi msn con su patriciosiempreelrey@hotmail.com. Pero en realidad te jugaba en contra. Porque si querías volver a retomar un viejo contacto capaz que la mina pensaba: “¿y este quién mierda era?” Letras de temas de Los Redondos, Los Piojos, esos eran clave. También algún cantito de cancha. Y siempre el año en que naciste al final. Eso igual te lo proponían ellos. Algunos ya muuuuy rebeldes se animaban a jugar con las mayuscularidad: haCEloPOrmi77@hotmail.com
Todo frescura hasta que un día caemos en la selva laboral y nos hacemos un mail re careta: marcelo.t.de.alvear@gmail.com (hotmail nos sigue remitiendo a esas horas de msn y juventud) Porque claro, no podés poner en tu CV: Martín Alvarez – 25 años – Licenciado en Relaciones Internaciones – Contacto: cometeunpancho@hotmail.com.
Algunos seguro conservan su mail joven. Puede ser útil. Lo ponés cuando te piden el mail en una página que sabés que te va a hinchar las pelotas. O para confirmar algún mail.
Algunos hasta descubrieron cómo hacer que los mails que van al mail viejo les llegue también en el nuevo. Pero al pedo, a quién se lo vas a dar.
Esos años irreverentes quedaron atrás. Así que invitamos a todos, sí, a todos, a que nos compartan, nos cuenten, su mail de cuando eran jóvenes. Liberémoslos, dejémoslos volar libres.