Si tienes el valor de dejar atrás todo lo que te protege y te consuela, lo cual puede ser desde tu casa hasta viejos rencores y embarcarte en un viaje en busca de la verdad, ya sea interior o exterior.
Y si estás dispuesto a que todo lo que te pase en ese viaje te ilumine.
Y a que todo el que te encuentres por el camino te enseñe algo.
Y si estás preparado, sobre todo, a afrontar y a perdonar algunas de las realidades muy duras de tí mismo, entonces la verdad no te será negada.