Este tema parece salir de la dinámica que ha cogido el blog, pero tiene una idea fundamental que nos puede ayudar en nuestro día a día. La fuerza de voluntad.
Antes se continuar deciros que soy ex fumador y que sí se puede dejar ese hábito tan dañino. Todo reside en vuestra voluntad de dejarlo y como todo en la vida, las ganas, la fuerza y la
ilusión con la que afrontes este gran objetivo.
Personalmente yo decidí dejarlo un viernes, me dije a mi mismo: el lunes lo dejo. Y ese lunes automáticamente construí en mi mente una férrea idea, el tabaco a partir de ahora me daría asco y por tanto
yo nunca fumé. Parece una locura pero me conseguí convencer de que yo no había fumado y que no iba a empezar ahora. Esto junto a una semana de devorar pipas y caramelos fue suficiente para alejarme de ese vicio, esperemos, para siempre.
Con esta pequeña historia personal quiero comunicaros el sentimiento de que nada ni nadie os pare jamás, que vosotros sois dueños de vuestras vidas y con un poco de fuerza de voluntad podéis llegar tan lejos como vuestra vista alcance, que no os de vértigo, ¡a por ello!
¡Querer es poder!