Permite orientar la búsqueda por épocas, instituciones, zonas geográficas, tipos de documentos, publicaciones y ejemplares a los que resulta imposible acceder personalmente por ser únicos. Por ejemplo, hay algunos códices precolombinos; los primeros mapas de América, dibujados por Diego Gutiérrez para el rey de España en 1562; el Hyakumanto darani, un documento en japonés publicado en el año 764 y considerado el primer texto impreso de la historia; trabajos de científicos árabes que develan el misterio del álgebra; huesos utilizados como oráculos y estelas chinas; la Biblia de Gutenberg; antiguas fotos latinoamericanas de la Biblioteca Nacional de Brasil, la Declaración de Independencia de Estados Unidos; las Constituciones de numerosos países; el diario de un estudioso veneciano que acompañó a Hernando de Magallanes en su viaje alrededor del mundo; el original de las "Fabulas" de Lafontaine, el primer libro publicado en Filipinas en español y tagalog, y unas pinturas rupestres africanas que datan de 8000 A .C.
Sin duda, un tesoro "redescubierto" para los estudiosos.