Esmeralda García Ramírez
Nada es casual, hasta la numerología no falla en estos acontecimientos que hoy colocan a Venezuela otra vez en el centro del mundo. También se suman las diversas interpretaciones que puedan derivarse producto de un hecho tan oscuro en la que la oposición venezolana junto a los EE.UU. pretenden otra vez arrastrarnos para tomar el poder por la fuerza, sin importar que hayan víctimas fatales. Si observamos el código de estos números podemos entender muchas cosas: 11/04/2002, la suma de estas cifras nos da 10; si sumamos 30/04/2019, nos da 10; es el número que representa a la oscuridad, a los caínes como lo llama Jairo Vargas en su libro “El Encuentro como ladrón en la oscuridad”. Este número representa a una raza oscura que durante siglos ha dominado al mundo, que ha tenido el control del Ser a nivel espiritual, es comenzar en el abismo en lo material, volver al primitivismo. No son fortuitas estas fechas que encarnan toda una raza de controladores que durante siglos han venido a este plano para destruir el avance, crecimiento, y nivel de consciencia espiritual que está teniendo el bravo pueblo de Venezuela. Tampoco es casual que esto ocurra en nuestro país, territorio de libertadores, en el paraíso terrenal como lo llamó el navegante Colón. No se equivocó Colón, Venezuela es el origen. Los ataques desmedidos contra nuestro país continuarán en razón de lo explicado anteriormente. Va más allá de la situación económica, sino que gira más en torno a ese control espiritual, para ello la parte oscura usa los instrumentos necesarios para generar confusión entre nuestros hermanos. Los más débiles, angustiados, fáciles de doblegar, caerán porque no tienen consciencia de lo que está pasando. Valen las palabras del presidente Maduro “hay que tener nervios de acero” para mantenerse firmes. Hemos pasado por diversas etapas como: golpes de Estado y paro petrolero desde abril de 2002, asesinato del comandante Chávez, sabotaje eléctrico, ataque a nuestra moneda, bloqueos financieros-económicos, robo a nuestros activos, hasta un nuevo intento de golpe de Estado este 30 de abril de 2019, seguramente vendrán más, pero el propósito es controlar al Ser. Ya lo lograron en Brasil, Argentina, en EE.UU., donde gobierna una raza oscura, el Opus Dei, el culto a la religión, a la xenofobia, al racismo, a la aporofobia (el odio al ser humano que ellos mismos invisibilizaron durante siglos), y la joya de la corona es Venezuela.
Tras los hechos violentos ocurridos el 11/04/2002 donde murieron once personas, así como un presidente que se autoproclamó que duró menos de 48horas en el poder, el pueblo y la FAN rescataron al presidente Chávez quien erróneamente tomó su crucifijo y perdonó a los golpistas. He aquí las consecuencias de aquel perdón, de los indultos, de no haber tomado medidas radicales contra los traidores y de seguir brindando a los golpistas casa por cárcel. Del 11/04/2002 al 30/04/2019 el único trecho que hay es el período, pero el trasfondo político intencional es el mismo: destruir al gobierno bolivariano. Han pasado 17 años desde aquel fatídico acontecimiento que generó graves daños al país; no obstante, sirvió para fortalecer la revolución bolivariana políticamente, lograr los avances sociales que jamás gobierno alguno había aplicado en el país. El golpe de Estado contra Chávez fracasó porque sus promotores internos entraron en colisión unos con otros. El sector que redactó “el decreto carmonazo”, violó la CRBV, lo cual fue determinante para el alejamiento de los militares que aún respetaban la constitución. El decreto anuló la propia Carta Magna aprobada mediante reférendum; la destitución de gobernadores y alcaldes, elegidos mediante el voto popular y un país cada vez más fracturado. Estos actos fueron considerados por el historiador Jorge Olavarría —adverso a Chávez— como “uno de los actos más grotescos mamarrachos de nuestra historia”, pero todo era válido para un sector influyente del Opus Dei venezolano y de la iglesia católica, dirigidos por el imperio. La intervención de Isaías Rodríguez ante los medios de comunicación social fue crucial para que el mundo se enterara de lo que los medios nacionales callaban. En síntesis, estos fueron los hechos.
El imperio más oscuro de este planeta ha colocado todo sobre la mesa para torcer el brazo a Venezuela. Sus estrategias se han profundizado en este primer cuatrimestre del año, cada mes ha sido derrota tras derrota para el imperio. ¿Qué más nos puede pasar que ya no nos haya pasado? ¿El ataque con bombas? El 30 de abril de 2019 quedará marcado una vez más como otra derrota al gigante Goliat por el pequeño David. Los últimos días de abril fueron determinantes para Venezuela por la decisión soberana del gobierno de salir definitivamente de la OEA, por su violación constante de este órgano a los principios fundamentales de la organización; por su decisión firme de seguir el proyecto Bolivariano, que no es más que el plan humanista de la Patria. Los EE.UU. sigue y seguirá atacando abiertamente a Venezuela, ya no es necesario mostrar documentos o pruebas que soporten el mismo. La conducta de la OEA y del Grupo de Lima es asquerosa, especialmente la del gobierno colombiano que se sigue arrastrando a los intereses del imperio, esto sigue marcando la vil traición que ha predominado desde Santander. La nómina de los paecistas (apátridas) de Venezuela es larga; sin embargo, merece criticar aquí la participación directa de Leopoldo López en esta intentona golpista, fue uno de los actores del golpe de Estado de 2002 y nuevamente reincide en ésta, a pesar de estar “preso en su casa”. También hay que reprochar los actos constantes violatorios, antipatrióticos e indignos contra Venezuela de Juan Guaidó y que hasta los momentos no haya sido detenido por ninguna causa. Esto nos avergüenza como venezolano, revolucionario y bolivariano. Dicen que la justicia es ciega, pero con Guaidó el Estado venezolano ha perdido la capacidad total, ha quedado inerte y débil. En el imperio estuviera preso desde su osadía de autoproclamarse como presidente. Ya no más concesiones de casa por cárcel a ningún ciudadano que haya violado los derechos fundamentales del ser humano; no más tratos especiales de sacar a psicópatas opositores fuera del país para que luego se burlen de la justicia venezolana; tampoco se puede permitir que un tarifado del imperio como Guaidó deshonre nuestra Carta Magna, siga ofendiendo a la FAN, sea copartícipe del saqueo contra los activos de Venezuela, que pida más crímenes contra el país, como sabotaje eléctrico e invasión. Otra mamarrachada grotesca que quedará para la historia. El lado oscuro no da tregua. Ante esta situación el gobierno bolivariano debe ser más contundente, generar acciones más radicales que conlleve a un mejor posicionamiento del Estado dentro y fuera del país; buscar apoyo de otros gobiernos aliados para dar respuestas viables y sostenibles en materia económica, financiera, alimentaria y de salud; cerrar las fronteras con los gobiernos enemigos; no ceder ni un milímetro ante las presiones internacionales para el castigo que merecen los traidores a la patria; mano dura contra los medios de comunicación que deformen la verdad, o la ignoren; pero, sobre todo impulsar al pueblo a buscar la verdadera libertad espiritual, la herencia Superior, desprendiéndose de todo tipo de dogmas que dañen al Ser o que desvíen la trascendencia del Ser. Ya es el tiempo, es la hora.
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