Del amor incondicional

Por Violetaosorior
   Leyendo este genial artículo “Emociones, la asignatura pendiente I” de Mireia Long en Bebés y Más  recordé una anécdota hermosa que vivimos  con Kyara y que me parece tan maravillosa que quiero compartirla.
Vera, es la amiga de Kyara, es aproximadamente dos años mayor que ella y han compartido vivencias muy profundas y de mucha convivencia, aunque ya hace algunos meses que no se ven ya que se trasladaron a otra ciudad una y otra siguen hablando y recordándose entre si.
Un día estábamos en el parque las 4 (nenas y mamás), de esto ya hace casi un año, así que Kyara tendría unos 2 años y algunos meses, por lo que todavía andaba muy cerca mío mientras Vera ya iba más lejos e interactuaba con otros niños. En un momento Vera encontró nuevas amigas que además tenían un gran tesoro: muchas Barbies, las cuales atrajeron a Vera. Ella se sumó al grupito de las niñas y empezó a jugar con ellas, pasado un ratito Kyara se intentó acercar al grupo, aunque creo que en realidad buscaba a su gran amiga. Vera  la vio y la invitó a sentarse a su lado, una de las nenas, la más grande y dueña de las muñecas le contestó inmediatamente: “ella no puede jugar, es muy chiquita y va a dañarlo todo”. Vera sin perder su sonrisa le respondió: “ella es mi amiga y no va a dañar nada, ella sabe jugar”. La nena se mantuvo en su posición y redobló la apuesta: “si ella se sienta aquí tu ya no puedes jugar”. Vera con absoluta tranquilidad se levantó y dijo: “bueno me voy a jugar con mi amiga chao”. Y saltando se fue adonde estaba Kyara, la tomó de la mano y con una gran sonrisa le dijo: vamos a jugar!
Lo cuento y me emociono, me conmueve el amor y la solidaridad de una niña pequeña, su firme decisión y su capacidad de asumir con alegría las consecuencias de sus elecciones; me asombra su forma de enfrentar lo que sintió injusto con una sonrisa y el corazón abierto, su inocencia y profundo respeto; me emociona descubrir en una niña pequeña el valor de la amistad y la firmeza en sus convicciones.
Y se que el brillo en los ojos de Kyara, esa sensación de respaldo y amor la acompañarán siempre. Gracias hermosa y valiente Vera!