Una exposición formada por la unión de escultura y moda, que se muestra en el Museo Nacional de Artes Decorativas a través de una serie de piezas creadas por el diseñador Miguel Marinero inspiradas en los Cubos de la Memoria del artista Agustín Ibarrola, en la villa de Llanes. "Del artista, del arte y del territorio” es el ejemplo de la fusión del arte con la historia y la personalidad del artista y de la naturaleza. Sensaciones surgidas del descubrimiento de Marinero por la ópera de colores sobre hormigón de Ibarrola. Hormigón que da paso a una interpretación de colores que tiñen las pieles y aportan texturas diversas; escolleras que bañan el mar Cantábrico e inspiran creaciones exclusivas.Cada prenda de cordero dibujada, cortada, teñida, cosida y pintada a mano, guarda una historia propia tan personal como el diseñador, un puzzle artesano de piezas únicas, concebidas para conformar diseños que son hitos. Exclusivas creaciones reversibles, imaginadas para el sol y la lluvia en colores primarios, soñadas como tierra, agua, y aire. Materializadas desde el universo personal de un artista, que conoce la historia de la moda como parte de su propia vida y es capaz de adentrarse en el territorio de otras artes, de otros mundos.Miguel Marinero rescata la historia de las escolleras, el hormigón bañado por el Cantábrico que ya recreó en el año 2004 con la exitosa exposición La Memoria de los Artistas. Ibarrola - Marinero. La escultura y la moda siguen unidas bajo la misma trayectoria evolutiva de los sentidos. Por el color del agua, de la tierra. Piedra y piel en erosión, pervivencia del arte y la idea.