Del Bosque y Mourinho, dos manera de alcanzar el éxito por caminos opuestos

Publicado el 26 marzo 2013 por Aposilio @aposilio

Ambos entrenadores representan formas contrarias de actuar en esta vida: el español recurre a la reflexión, la mesura y la mano izquierda; el portugués es impulsivo, orgulloso y disfruta metiendo el máximo de presión a los que le rodean


Fuente: mediotiempo.com

La reciente polémica entre el actual entrenador del Real Madrid, José Mourinho, y el seleccionador nacional español, Vicente Del Bosque, por los supuestos chanchullos de la FIFA para beneficiar al preparador salmantino en la elección del Balón de Oro al mejor entrenador del 2012 es un ejemplo claro de dos maneras opuestas de afrontar esta vida en toda sus magnitudes. Se puede afirmar sin temor a equivocarse que hoy en día ambos técnicos se encuentran entre lo mejorcito del fútbol mundial.Pero el camino recorrido por cada uno para llegar a lo más alto ha llevado direcciones opuestas, o mejor dicho, lo han recorrido utilizando sistemas de afrontar las metas y los obstáculos de manera muy diferente. Mientras que el preparador español siempre es partidario de la prudencia y el halago para conseguir lo mejor de sus pupilos, el técnico luso ha optado por la vehemencia y el tensar las situaciones hasta el extremo para lograr el máximo rendimiento de sus jugadores.
El último choque entre ambos estilos se ha producido en la elección del Balón de Oro al mejor entrenador de la temporada. En la votación que llevaron a cabo los 170 capitanes de selecciones, los 170 entrenadores nacionales y 165 periodistas, el seleccionador español obtuvo el 34,5% de los votos, por el 20,49% del portugués y el 12,91% del ex técnico del Barcelona Pep Guardiola. En un principio, como Mou sospechaba que no iba a ser el premiado, adujo para no acudir a la gala en la que se entregaba el galardón que tenía que preparar el partido de vuelta de Copa del Rey frente al Celta, con el que había perdido en la ida por 2-1. Sin embargo, en unas declaraciones realizadas días antes no perdió la ocasión para desmerecer a sus rivales, al afirmar: "No tengo tiempo para pensar en el Balón de Oro. Guardiola, sí, porque está de vacaciones; también Del Bosque, que tiene tres meses de vacaciones hasta un partido en febrero". Sin embargo, ahora, dos meses después de la celebración de la gala en Zúrich (Suiza) el actual entrenador del Real Madrid aduce que hizo el feo de no acudir al acto de entrega porque la FIFA hace trampas, pues había varias personas que le informaron de que le había dado su voto y estos no aparecían en la lista de los que le apoyaron. Vamos, que el máximo organismo del fútbol mundial le quitaba apoyos a su excelsa figura para dárselos al simplón de Del Bosque.

Fuente: noticia.lainformación.com

Aunque Mourinho presume de ser sincero, directo y decir siempre la verdad, en esta ocasión ha vuelto a dejar al descubierto sus mentiras y patrañas, pues el resultado de las votaciones no se ha sabido hasta tiempo después de la entrega de los premios, que tuvo lugar en enero. Es decir, ni dijo la verdad cuando puso la escusa del partido con el Celta, ni la ha dicho ahora cuando ha hecho pública denuncia de las supuestas trampas de la FIFA. Pero esta actitud de rechazo cuando él no es el ganador no es nueva: el año pasado tampoco acudió al acto porque se enteró de que el Balón de Oro al mejor entrenador del 2011 iba a ser para Pep Guardiola, por aquel entonces entrenador del Barcelona. En ese momento también se refugió en un partido de Copa del Real Madrid frente al Málaga para justificar su ausencia el el salón de premios. Y un dato más que ratifica el egocentrismo máximo del entrenador luso es que en la gala que se celebró en el 2011, en el que se otorgaba el galardón al mejor técnico del 2010, sí se presentó en Zúrich, porque la FIFA le había informado previamente de que él iba a ser el elegido. En ese caso, no hicieron falta escusas. Para el soberbio entrenador madridista, así se hizo justicia.
Vaya por delante que la acusación que Mou realizó a la FIFA de amañar los resultados de las votaciones es creíble, pues este organismo se ha caracterizado por su oscurantismo y su actuación facinerosa en otras muchas situaciones. Pero, aunque las trampas fueran reales y demostrables, no valdrían para justificar la actuación del preparador portugués, porque su intención de despreciar a la FIFA la ejecutó en los rostros de sus rivales deportivos, Del Bosque y Guardiola. Y con su ausencia solo pretendió quitarle trascendencia a los galardones entregados, queriendo dar a entender que no eran merecidos y que su elección obedecía a otros intereses, y no a los puramente deportivos. Sus argumentos, nunca afirmados de frente, venían a sentenciar que no era él el elegido una vez más por los conflictos que mantiene con FIFA y UEFA por las criticas que realiza a estos organismos, entre otras cosas, por algunos arbitrajes recibidos por los equipos que dirige y dirigía.

Fuente: emeshing.blogspot.com

Esta estrategia de enfrentamiento continuo del preparador luso es una paso más en su dinámica de funcionamiento. Mourinho entiende su profesión, y posiblemente la vida, como una continua batalla contra sus oponentes. O se está con él o se está contra él. No hay término medio. Y esta manera de pensar es lo que le ha llevado a numerosos enfrentamientos con todos los que le rodean y no agachan el pescuezo cuando él lo solicita, desde Casillas y Ramos, a Guardiola y Del Bosque, pasando por otros muchos, como el difunto Manolo Preciado, Gregorio Manzano o Pedro León. Todos estos han sufrido en sus carnes los dardos envenenados y prepotentes salidos de la garganta de este adalid de la independencia. Por eso, como su estilo en chulesco y barriobajero, nadie le cree cuando habla bien del contrario, pues todo el mundo piensa que cuando echa mano de los halagos es porque busca algo. Es lo que recientemente ha vivido al afirmar que en la pasada eliminatoria de la Liga de Campeones entre el Madrid y el Manchester no ganó el mejor equipo. La mayoría de medios de comunicación y aficionados madridistas pensaron que se estaba dando un paso más en su conocida estrategia de buscarse un hueco en la Premier inglesa. A Mou le gusta tensionar al máximo sus relaciones con sus subordinados. Cree que es la mejor manera de sacar el máximo de ellos. Y hasta ahora, le ha dado resultado, de ahí su brillante currículo. Incluso, esta postura es compartida en la actualidad por muchos jefes, empresarios y políticos, que ven en la competitividad extrema una excelente manera de progresar en la vida.Y puede que lo consigan, pero esta filosofía de vida no suele prolongarse mucho en el tiempo, pues resulta devastadora para los que la sufren. De ahí que Mourinho nunca haya estado cuatro temporadas en el mismo equipo. Y todo apunta a que en el Madrid le pasará lo mismo.
Ahora bien, esta filosofía en el trato con los subordinados no es la única que obtiene resultados brillantes. Y Vicente del Bosque es un fiel ejemplo de ello, pues el técnico salmantino ha llegado a lo más alto de su profesión, tanto en clubes como en la selección, con un estilo opuesto al de Mourinho. El seleccionador es partidario del diálogo, de defender sus puntos de vista con argumentos, de hacer equipo, de usar la mano izquierda cuando surgen los inevitables conflictos, incluso de variar sus decisiones cuando se demuestra que no han sido acertadas. A lo largo de su carrera profesional ha dado numerosas muestras de actuar bajo estos principios. Incluso en la selección ha tenido que arreglar entuertos creados por Mourinho en su intento de enfrentar a los jugadores del Madrid y del Barcelona.  Es más, en sus choques más duros con aquellos que le han humillado, como el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, siempre se ha mostrado educado y caballeroso, e incluso en la intimidad es difícil oírle hablar mal de otras personas. Del Bosque no es perfecto, pero ha dejado bien claro que en esta vida se puede actuar de manera honesta, educada y empática. Incluso que se puede llegar a ser un líder de los que deja huella. Pero no por usar el látigo con la mano derecha, sino por saber manejar con sabiduría la mano izquierda.