Hemos sido educados en autoridades por eso aprendemos desde el conocer en vez desde el saber. Cuando tomamos apuntes, tal como hemos aprendido a hacerlo, nuestra atención está en almacenar conocimiento y no en saber. El saber implica nuestra participación creativa, nuestra conexión con fuentes interiores de conocimiento, cuando tomamos apuntes desde el saber terminamos enriqueciendo lo que el profesor nos dice, vamos más allá de la lección dictada, nos convertimos en científicos activos que investigan sobre la marcha, el conocimiento ya no es mera transmisión, sino una invitación constante a descubrir y a aportar. Una clase centrada en el saber convierte a todos los alumnos en maestros, en fuentes de conocimiento vivo.
Tomando apuntes teniendo sólo como fuente a la autoridad: tenemos que estar atentos al exterior sin intervención de nuestro propio saber interior.
Una educación con base en el saber es la mejor apuesta para llegar a una humanidad que supere sus hasta ahora endémicos conflictos. Si algo ha faltado en el mundo es sabiduría, el ser humano tiene derecho a ella. La enseñanza ha de andar el camino que lleva del mero conocimiento a la sabiduría, para empezar a recorrerlo es necesario iniciar un gran movimiento a nivel planetario, una segunda alfabetización que nos enseñe a leernos por dentro.
Tomar apuntes creativamente implica la participación de nuestro saber interior: conocer fuera entra en resonancia con reconocer dentro, es la danza de la sabiduría.
Querido lector, ¿qué te parece comenzar por una nueva forma de aprender en la que no sólo eres receptor, sino también fuente de conocimiento, de un conocimiento que espera en tu interior a ser descubierto, un saber que te pertenece por derecho propio ...? ¿Cómo... ? ¿Qué no crees que en ti haya ese conocimiento? No te preocupes es normal pensarlo, pues es lo que nuestra educación nos ha hecho creer. Por eso, es necesario reeducarnos día a día, cambiando muchas de nuestras creencias y teorías sobre la vida. Superar nuestra educación es la primera prueba de que merecemos nuestra libertad.