Del dolor a la rabia

Publicado el 25 febrero 2011 por Lautarojc
Hace días que leo las glorias de la "revolución", "la ola de cambio árabe", ... Hace días que no consigo dormir en paz, y eso me recuerda a los días de enero de 1991 previos a la primera Guerra del Golfo. Eran días de miedo; estábamos embarazados de 3 meses y la invasión anunciada nos hizo temer lo peor del mundo en que vivíamos. Sadam Hussein se había convertido de guardián en demonio y se le iba a castigar. Todo quedó en un castigo al pueblo iraquí y una advertencia a Sadam, pero en Europa comenzaron los despidos por la crisis, y a mí se me ofreció un despido ventajoso en la línea aérea donde trabajaba. El 14 de febrero estaba en paro. En lo personal fue bueno pues nos permitió comenzar a poner en marcha nuestra vida a nuestro ritmo, pero en realidad nos habían hecho creer algo para luego hacernos comulgar con ruedas de molino.
La segunda Guerra del Golfo fue un poco más enrevesada y controvertida que la primera, y tuvo una gran respuesta mundial. Decenas, sino cientos de millones de personas a lo largo del mundo se manifestaron durante días para acabar con la guerra. Era gente sencilla, de todas las ideologías que no querían aquella guerra absurda de razones burdamente tejidas. Pero no se consiguió absolutamente nada, nada de nada. Ninguno de los países intervinientes modificó ni un ápice su intervención en aquel conflicto a pesar de la respuesta social que tuvo. Y las concentraciones se convocaban por los medios tradicionales, teniendo mucho más éxito de lo que cabía esperar en un primer momento; las redes sociales por internet aún no tenían la influencia que hoy han alcanzado.
Pero la verdad, es que fue una verdadera chapuza por parte de USA y sus aliados, todo el proceso de desprestigio de Sadam, su forzada relación con Bin laden y con las armas de destrucción masiva.
Ahora había que hacerlo mejor.
Sólo quedaba una zona de las principales con reservas de crudo y agua potable que no estuvieran "a buen recaudo", bien controladitas por Occidente. Libia. Había que destruir a este país a toda costa, y lo están consiguiendo, pero esta vez no sólo con el placet de los conservadores del mundo, sino con el de los bienpensantes, las izquierdas, los movimientos sociales y las ONG. Nos hemos tragado que en 2 semanas se puede derribar a dictadores sin escrúpulos y que además lo llevan a cabo movimientos sociales espontáneos convocados por facebook y twitter; unas pocas decenas de miles han sido capaces de doblegar a dictadores corruptos en 3 días, para conseguir promesas de cambios, y con un par de días más su salida a hurtadillas del país. Y no sólo eso, sino que les hemos generado tal disgusto que han caído en coma repentinamente.
Libia se convertirá en dos países controlados por occidente, que se plegarán a los controles en la producción y venta de crudo; Egipto va a ser mucho más dócil a los controles de las fronteras palestinas;....
Gran Hermano acabó en Tele5, pero se extendió a todas las cadenas. Pero esta vez con un público inesperado de demócratas acomodados.
Ya no siento el dolor... pero la rabia crece y crece de la impotencia ante tanta estupidez democráticamente consentida.