Se ha puesto de moda en estos días, a raíz del estreno de la película “Hugo”, de Martin Scorsese, acordarse de George Méliès, aquel cineasta francés pionero de tantas técnicas de efectos especiales utilizadas luego por el cine. La escena más repetida, al recordarle es la famosísima de la luna “atacada” por la nave lanzada desde la tierra y alcanzada en el ojo.
Si bien esa fue la primera escena en la que se recreaba en el cine el espacio exterior, en la historia del séptimo arte se puede recorrer todo un camino de hipotética venganza por aquel “cohetazo” en el ojo de nuestra selenita amiga. Y es que ponerse a bucear en los títulos que recrean invasiones procedentes de las estrellas y asustarse uno un poco de la magnitud de las amenazas que se han imaginado pueden terminar por aterrizar en nuestras plazas. Claro que lo más lógico, atendiendo siempre al cine, fuera que los invasores se decidieran por Iowa, Alabama o Dakota (del Sur o del Norte, les dará igual), o por el tradicional Nueva York, que para eso Hollywood está a tropocientos kilómetros de la Puerta del Sol y los americanos van de amos del mundo.
Lo dicho. Aquí ha bajado de todo. Desde mujeres prehistóricas hasta los marcianos de Burton, desde mujeres gato hasta penes (¿!¿¡) o maridos (sí, maridos
Cierto que también bajaron ET, Kim Basinger, Starman o aquellos musicólogos de Encuentros en la Tercera Fase, pero eso no nos quita el mal sabor de boca de que el mismísimo Miguel Bosé se marcará una excursión por estas tierras desde ese pobladísimo (al menos en el cine) espacio exterior. Todo por que al pobre Méliès se le ocurrió tirarle un cohete al ojo de la luna. Bueno, y quizás también porque a algún ejecutivo de Hollywood se le ocurrió enviar a Papa Noel a Marte… eso no tiene perdón.
Si queréis encontraros con más invasores o con otra multitud de rarezas fílmicas de todo tipo, os recomiendo que visitéis la web Wrong Side of Art, una auténtica delicia.