… del jarabe del Osito Defensor

Por Arusca @contrasypros

Me he pensado mucho si escribir esta entrada o no. Primero porque se trata de un producto (que no me ha pagado ni regalado nada por hablar de él) y segundo porque es un jarabe. Al final me he decidido porque me he dado cuenta de que a veces, cuando hablo con madres sobre lo mucho que se acatarran sus hijos, suelo hablar del jarabe y recomendarlo. Antes de seguir, quiero dejar claro que no es una medicina, es totalmente natural. De hecho, se compra en herbolarios. Su composición está hecha a base de miel, zumo de frambuesa, tomillo, própolis y vitaminas C y B6 (sin gluten).

Nuestra historia con este jarabe viene de la mano del Mediano. Ya os conté cómo, debido a su piel atópica y a los palos de ciego de un determinado pediatra, mi hijo dejó la lactancia materna (ya que, según dicho “profesional”, mi leche le daba alergia, cosa que es imposible). Y estoy convencida de que fue por el poco tiempo que puede amamantarle el que ahora sea él el que más cae malito de mis tres hijos.

Contaba ya con un año cuando pisó la guardería por primera vez. Pisar este centro, con tantos niños y tantos mocos por doquier, y empezar a ponerse malitos es algo que toda madre que haya pasado por ello lo sabe. Yo, a raíz de que el Mayor fue a la guardería, ya me imaginaba que pasaríamos una época algo complicada. Lo que no pensé es que fuera tan complicada. El primer mes mi hijo casi no pisó la guardería. Cogía una cosa cuando apenas empezaba a recuperarse de otra. Sus constipados se tornaban en bronquitis agudas en cuestión de una noche, todo acompañado de fiebres altas.

En una de mis visitas a (otro) pediatra, me preguntó que qué opinaba de la omeopatía. Yo le contesté que si servía para que mi hijo no se pusiera tan malito, a mí no me importaba probar nada. Y me recomendó este jarabe, el Osito Defensor, para ayudar a su sistema inmunológico. Empecé a dárselo a mi hijo según las indicaciones del jarabe. Y aquello cambió radicalmente mis visitas al médico. Mi Mediano dejó de ponerse enfermo cada dos por tres y, cuando lo hacía, no se ponía tan malito. Los constipados quedaban en constipados. Nos ahorramos unas cuantas visitas a urgencias.

Seguimos dándoselo hasta los dos años o dos y medio. Cuando consideramos que ya era más mayor y que se ponía menos malito. Pero ahora llevamos una racha en la que se turnan los tres para compartir virus. Tengo media farmacia en casa. Y comentándolo con mi cuñada, nos dijo que ella les estaba dando el jarabe del osito a mis sobrinos (5 y 3 años) y que aún no se han puesto malos en todo el año. Nos dijo que en Navidades se le olvidó comprar el jarabe y que entonces los dos cayeron malos (fiebres incluidas). Así que ella se lo da a sus hijos durante todo el curso escolar.

Hace tres días que el Peque está malo. Tiene bronquitis leve. Sin fiebre. Y ahora ha empezado el Mayor. Lo del Mediano será cuestión de tiempo. Así que cuando le llevé al médico, le comenté lo del Osito Defensor. Y me dijo que empezara a dárselo ya. Que era muy buen jarabe y que le iba a ayudar mucho. Así que hemos empezado a dárselo a los Trastos. A los tres.

CONTRAS:

  1. Este jarabe sólo se vende en herbolarios. Y, si os pasa como a mí, encontraréis más farmacias que herbolarios. Así que cada vez que voy a comprarlo tengo que recorrerme un buen trecho porque no tengo ninguno cerca de casa.

  2. Teniendo tres hijos y calculando la cantidad diaria que se toman entre todos, creo que el jarabe me va a durar poco más de una semana. Voy a tener que comprarlo de dos en dos o de tres en tres.

  3. En el herbolario donde lo compro yo, cuesta exactamente 11’70 €.

  4. Aunque pone que lo pueden tomar los bebés menores de un año, como está hecho sobre todo a base de miel, os recomendaría que si vuestro hijo está en esta franja de edad y estáis pensando en dárselo, lo consultéis antes con vuestro pediatra.

  5. De la misma manera, al estar hecho de miel, hay que evitar por todo los medios que se caiga al suelo y se rompa porque es muy pringoso. A mí me pasó una vez y tuve que fregar la cocina como cinco veces para conseguir no pegarnos al pisar el suelo.

PROS:

  1. Es completamente natural. No es un medicamento. Simplemente refuerza el sistema inmunológico.

  2. No lleva gluten.

  3. Aunque es cierto que no es milagroso (¿algo lo es?), es decir, no por dárselo a un niño este va a dejar de ponerse malo, sí es cierto que si es propenso a ponerse malito va a ponerme menos veces enfermo y no tan grave. Es exactamente esto lo que nos pasó con el Mediano.

  4. El Osito Defensor es sólo uno de los jarabes que Tongil (marca que lo distribuye) comercializa en la línea infantil del Osito Sanito. Donde también podéis encontrar al Osito Comilón, Mocosete, Dormilón o Fortachón entre otros. Todos ellos sin gluten.

  5. A diferencia de otras “ayudas para las defensas” que anuncian en la televisión y cuyo uso sólo está indicado en determinadas situaciones, este jarabe se puede administrar de forma continuada. Ya os digo que yo pienso usarlo durante todo el curso escolar, como mi cuñada.

Como he dicho al principio, ésta no es una entrada patrocinada. He decidido hablaros de este jarabe porque yo lo he probado y me ha encantado el resultado. Os lo cuento como se lo contaría a cualquier otra madre o padre si habláramos del tema. E insisto en que, si empecé a dárselo a mis hijos, fue por recomendación de varios pediatras.

¿Conocíais al Osito Sanito, en concreto al Defensor? ¿Usáis otros remedios naturales para evitar que vuestros peques se pongan malitos? Contádmelo en los comentarios ;-).