Dos encuentros de suspensión –por encuentros ligueros, lo cual no afecta su participación en el duelo del este martes ante el Real Madrid- son los que ha recibido Luis Suárez por propinarle este mordisco en el hombro a Otman Bakkal, en el marco del encuentro entre Ajax y PSV (0-0).
La acción se dio sobre el final y el árbitro ni siquiera la vio, por lo que el delantero uruguayo no fue ni amonestado. En un principio, Bakkal fue a quejarse con el juez. Minutos después y ya mas distendido, se lo tomó con humor y hasta terminó haciendo las pases con el bueno de Luisito.
Tan o mas evidente fue el cabezazo que Samuel Eto’o le propinó al esloveno Bostjan Cesar, del Chievo Verona, verdugo de un Inter que ha perdido el rumbo y que tiene a Rafa Benítez pendiendo de un hilo. La agresión la vio todo el estadio. El juez, de espaldas, ni se percató.
El camerunés, quien hace dos años protagonizó una acción similar, podría pagar caro su accionar, ya que la Federación Italiana de Fútbol ha estudiado las imágenes – además del contexto en el cual se dio el golpe- y evalúa sancionarlo con dos o tres partidos. Parece poco igual.