Del pico El Paisano a Gallegos

Por Asturiasparadisfrutar @paraisoasturias

La sierra del Naranco posee un inestimable valor para los ovetenses y para sus vecinos de los concejos limítrofes. Y según parece, su importancia viene de antiguo, pues cuentan los entendidos que por su ladera sur discurría una importante calzada romana que comunicaba Lucus Asturum, localizada en un lugar próximo a Lugones, con las explotaciones auríferas del suroccidente de la región.
Pero no sólo tuvo importancia para los romanos, pues siglos después, el rey Ramiro I decidió que en las inmediaciones de esta vía de comunicación se construyera una Sala Regia, que hoy todos admiramos como Santa María del Naranco (ver), una de las joyas del prerrománico asturiano.
Características

  • Tipo: lineal
  • Dificultad: ▲▲▲▲▲
  • Itinerario: pico Paisano - El Pevidal - Los Trapones - El Campu Cimeru -Rodiella - La Molinera - Gallegos (y regreso)
  • Señalización: buena
  • Sendero homologado: es un tramo del PR AS-239
  • Desnivel: unos 500 metros
  • Distancia: algo menos de 25 kilómetros
  • Duración: alrededor de seis horas


Situación y distancias

Distancias por carretera a Oviedo, capital del concejo del mismo nombre

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Cómo llegar al punto de partida

Inicaremos este tramos del sendero PR AS-239 en el punto más alto de la sierra del Naranco, en el pico Paisano, al cual accederemos desde la ciudad de Oviedo por la avenida de los Monumentos, que desemboca en la carretera que asciende ladera arriba hasta las inmediaciones del monumento al Sagrado Corazón de Jesús. Una senda situada a sus espaldas nos conducirá hasta el panel informativo que señala el inicio de la ruta.
Después de un rato intentando reconocer cada una de las zonas de la ciudad desde la altura, con la inhabitual panorámica de Oviedo en la retina y a la sombra de la gigantesca escultura pétrea, iniciamos nuestra andadura con una leve bajada.

En este primer tramo caminamos por una franja acotada en el asfalto. A nuestra derecha se abren amplias vistas de toda la zona que se extiende desde la ladera norte de la sierra hasta el Cantábrico, destacando en primer término las tramas urbanas y los polígonos industriales de Llanera.

Al llegar a un puente que salva un pequeño arroyo, el firme de la senda se modifica: abandonamos el asfalto y comenzamos a ascender pisando piedra. Poco después, el verde amable de las praderas se vuelve más agreste.

Entre el amarillo florido de la cotoya no tarda en surgir una de las fortificaciones construidas durante la Guerra Civil que se conservan en la zona. Un cartel informa al caminante que se trata del búnker de Los Llosicos.

El sendero da un giro brusco y toma dirección suroeste, estamos en la zona conocida como Los Trapones. Toca un tramo de ascenso. En realidad las subidas y las bajadas se suceden durante buena parte de la ruta. 

Después de una de estas subidas, accedemos a una balconada desde la que contemplamos la recortada silueta de las sierras del Monsacro y del Aramo, y de otras más hacia el oeste.

En las proximidades de Brañes abandonamos el asfalto caminando ahora por un camino que discurre paralelo al río Nora, por más que la frondosa vegetación nos impida su vista. No obstante, tardaremos en iniciar el descenso para ir en su busca. Tras cruzar las aldeas de Rodiella y La Molinera, proseguimos a favor de pendiente hasta alcanzar Gallegos.

Llegados al puente de origen medieval que une las tierras de los concejos de Oviedo y Las Regueras, iniciamos el camino de retorno que realizaremos por el mismo itinerario.