Del poema de cada día. hoy, bendita imperfección, de marisa calero

Por Harendt

 

BENDITA IMPERFECCIÓN

Aprendí las palabras como un maná de almíbar

que descendiera lento sobre mi raciocinio

y acabara enredado en mi garganta

saciando, al respirar, el hambre de mis ojos.

Crecí con ellas dentro,

fueron mis alas, mi música, mis horas.

Siempre temí soltarles las amarras

por si alzaban el vuelo en un descuido

con un temblor de pájaro o cometa

y, huérfana de verbos y de nombres,

volviera yo al primitivo caos.

Nunca son bienvenidos mis silencios.

Lo sé.

Y sé que las palabras se comparten

como comparto el pan, o la tristeza.

Pero ¿cómo dejar salir a las que siento mías

y son, al fin, la herencia de mis antepasadas?

MARISA CALERO (1956)

poetisa española