Del poema de cada día. Hoy, Delirio del incrédulo, de María Zambrano (1904-1991)

Por Harendt

DELIRIO DEL INCRÉDULO

Bajo la flor, la rama;

sobre la flor, la estrella;

bajo la estrella, el viento.

¿Y más allá?

Más allá, ¿no recuerdas? , sólo la nada.

La nada, óyelo bien, mi alma:

duérmete, aduérmete en la nada.

[Si pudiera, pero hundirme... ]

Ceniza de aquel fuego, oquedad,

agua espesa y amarga:

el llanto hecho sudor;

la sangre que, en su huida, se lleva la palabra.

Y la carga vacía de un corazón sin marcha.

¿De verdad es que no hay nada? Hay la nada.

Y que no lo recuerdes. [Era tu gloria.]

Más allá del recuerdo, en el olvido, escucha

en el soplo de tu aliento.

Mira en tu pupila misma dentro,

en ese fuego que te abrasa, luz y agua.

Mas no puedo.

Ojos y oídos son ventanas.

Perdido entre mí mismo, no puedo buscar nada;

no llego hasta la nada.

María Zambrano (1904-1991)

Filósofa española