http://nolegustaria.blogspot.com.es/2012/02/del-quien-vigila-al-vigilante-al-hay.html#more
Sin embargo, si tan bueno es el argumento, las personas que lo sostienen deberían hacerse a ellos también mismos la siguiente pregunta: ¿Quién vigila a las empresas capitalistas?
Cuándo yo planteo tal pregunta me suelen responder que las empresas se tienen que amoldar a los límites que marcan las leyes democráticas. Y aquí me entra la risa: ¡Ingenuo de mi no me había enterado de que sí que existen límites a esto del capitalismo!
El tener una mujer que trabaja en una empresa de auditoría externa te ayuda a entender muy bien cómo funciona el tema este de la vigilancia a las empresas...
¿Esto qué quiere decir en romano paladino?
2. Cualquier juicio de valor sobre la "ética" de los libros contables es irrelevante para un auditor. Las empresas auditoras evalúan las cuentas de una empresa en base a la información que la propia empresa les proporciona. Esas cuentas tienen que estar basadas en normativas contables. Así, si los ingresos de una empresa están basados en engaños o manipulaciones de precios a un auditor le da igual. Lo que le importa es saber si efectivamente lo que se contabilizó como ingreso en los libros fue, técnicamente, un ingreso.
3. Las empresas auditadas pagan a los auditores. Obviamos las implicaciones de este punto. Suponemos que todos han oído hablar del "conflicto de intereses"....
En la práctica lo único que le interesa a los directivos de las empresas a las que audita mi mujer se reduce al siguiente mantra:
Certificar por medio de esa auditoría externa que doy el beneficio que se me ha pedido para poder obtener mi bono.
Como los objetivos de un año son un porcentaje de crecimiento frente a los del año anterior lo que les interesa es dar JUSTO ese objetivo ya si está por encima del objetivo su bono apenas se ve alterado y se lo está poniendo más difícil para el próximo año. ¿Qué hace entonces?
Si el beneficio es superior al objetivo marcado no lo reconoce como beneficio sino como "reservas" o "provisiones" (una figura contable de gran controversia).
En la contabilidad hay normas y se van introduciendo nuevas. Ojo, digo normas. No leyes. Esas normas son susceptibles de "interpretación". Y de esa interpretación abusiva de las normas (lo que da la cohartada de legalidad) es de dónde se nutre el fraude fiscal en su mayor parte...
¿Alguién se acuerda de Enron? Enron consiguió a través de le interpretación contable amasar tal fortuna que la convirtió en pocos años en la séptima empresa más grande de Estados Unidos. Sus cuentas estaban auditas y certificadas por una de las mejores auditoras del mundo: Arthur Andersen.
Así pasó de ser una compañía que producía gas a ser una compañía que compraba y especulaba con el gas obteniendo fuertes beneficios contables por ello.
El resultado de todo esto fue un incremento espectacular del precio del gas en California. Lo que los "angelitos" de Enron hacían era provocar, a propósito, cortes de suministro creando una sensación de escasez de energía para poder así vender a los californianos el gas que previamente habían comprado ellos a un precio varias veces superior al precio de compra (ver gráfico de precios).
Esta subida de los precios de la energía le costó el puesto al gobernador de California. Ni que decir tiene que su sustituto, Arnold Schwarzenegger, había sido financiado sustancialmente en la campaña por una de las empresas líderes del país: Enron.
(si tenéis 6 minutos os recomiendo este video sobre el caso de California para ver el tipo de calaña -por no decir otra cosa- que maneja algunas empresas. Algunas grandes empresas. No tiene desperdicio).
Todo esto me hace pensar en ese dogma al que parecen que se aferran muchos políticos y "lideresas" de este país: Las empresas privadas gestionan mejor que las públicas y por tanto hay que liberalizar sectores.
Mientras no haya nadie que las vigile las empresas privadas harán lo que siempre han hecho: Maximizar sus beneficios pasando por encima de quién sea.
Y... ¿de verdad algún político serio piensa que hay mecanismos de vigilancia garantistas hoy en día? ¡Ja! Lo que pasa es que lo que no quieren/no pueden/no se atreven a ponerle el cascabel al felino capitalista.
Y como el pueblo tampoco se queja...
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