No hace muchos días, con motivo del Carnaval organizado por el Ayuntamiento de Madrid, vimos el esperpento –quién le iba a decir al Bueno de Valle Inclán que su género literario se iba a hacer tan famoso casi un siglo después- del guiñol del Barrio de Tetuán, en Madrid, en el que unos títeres apuñalaban mujeres con un crucifijo, colgaban jueces y exaltaban a la banda terrorista vasca con pancartas de ‘gora ETA’ en las manos, entre otras barbaridades. Para completar el esperpento y para una vez que el juez actúa con diligencia y decreta prisión incondicional de los titiriteros, a los tres días, salen de la cárcel a petición del fiscal, aplaudidos por esos politiquillos que han “asaltado” -gracias al PSOE, todo hay que decirlo ¿verdad Antonio Miguel Carmona?-, el Ayuntamiento en aras a esa forma de entender la “libertad de expresión” de algunos para justificar sus barbaridades y tachar de “fachas” a los que opinan, mucho más cortésmente por cierto, lo contrario a lo que ellos postulan, muchas veces sin conocimiento, siquiera básico, de lo que dicen. Lo hemos visto, por ejemplo, en la aplicación que hace el equipo de la ‘jueza’ defensora de etarras –movimiento político lo llama-, y ahora Alcaldesa, Manuela Carmena, de la desastrosa Ley de Memoria Histórica que dejó el lamentable Rodríguez Z, al querer quitarle la calle a Don José Calvo Sotelo, tachándolo de ‘franquista’, cuando había sido asesinado, por cierto por un escolta del líder socialista Indalecio Prieto, el día 13 de Julio de 1936, es decir, cinco días antes de que se declarara el Alzamiento Nacional que, varios meses después, llevó al General Franco a liderar el levantamiento contra el desgobierno de la Segunda República, que no otra cosa fue ese triste episodio de la Historia de España que algunos quieren tergiversar y muchos, demasiados quizás, desconocen. Y del teatro guiñol de los titiriteros, pasamos hoy a la consumación del teatro, de tercera clase, escenificado hoy en el Congreso de los “disputados” –no es errata- por los dos líderes del Partido Socialista y Ciudadanos y sus domesticadas huestes ‘negociadoras’ –equipos, le han llamado los dos en el culmen del eufemismo hiperbólico- que, en un país serio y realmente democrático y desarrollado, no habrían pasado de titiriteros de guiñol en la plaza del pueblo, si acaso, y ahí están, jugando a “padres de la patria” cuando no son más que un producto de la degeneración política y educacional que la vida parlamentaria partidocrática y la proliferación de universidades públicas de estos cuarenta años, apoyados por esa prensa ‘independiente’, sumisa a los poderes públicos. Por cierto, prensa y universidades, cedidas en su mayoría, si no absoluta, casi, a la izquierda degradante que se ha ido imponiendo en España sin que la derecha, por ese complejo atávico que la caracteriza, haya sido capaz de contrarrestar en ninguna de sus dos etapas de mayoría absoluta dilapidada. Se trata de reproducir, con poco éxito, me temo, el segundo ‘acto’, ahora a escala ¿nacional? del teatrillo que se inició hace menos de un año en Andalucía, cuando Ciudadanos firmó un pacto de gobierno -¿sería más apropiado llamarlo de ‘sumisión´?- para permitir la investidura de Doña Susana Díaz, previsible depredadora del que ahora se postula para “expresidente” del Gobierno, que ese parece ser su verdadero objetivo, ser “Presidente por un rato” para pasar a la confortable silla del Consejo de Estado que se encargó de preparar para los ‘Ex’ su antecesor en la Secretaría General del PSOE y ahora modelo al que clona, fielmente, el ‘avocálico’ jefe de Ferraz. ¿Pasará a ser conocido como Pdr Snchz ‘el Breve’, como aquel Pipino, Rey de los Francos, aunque por diferente motivo? Lo que no es otra cosa que una versión más de la obra de García Márquez, ‘Crónica de una muerte anunciada’, creo que ha sorprendido a pocos, porque Rivera estaba ‘loco por la música’ y Snchz necesitaba demostrar algo a los militantes del PSOE a los que va a preguntar algo así como “¿Respaldas estos acuerdos para conformar un gobierno progresista y reformista?”, pregunta descafeinada que no se parece en nada a lo que planteó en el último Comité Federal sobre su acuerdo con Podemos cuando sorprendió a propios y extraños al decir que sometería ‘ese pacto’, no otro, a los militantes, ante la oposición del núcleo de veteranos del partido a esa posible coalición de gobierno con el partido bolivariano, ¿O es que Podemos está en la sombra de este acuerdo con Ciudadanos y se trata de ‘dulcificar’ –enmascarar más bien- la consulta para ‘sorprender’ a incautos y biempensantes? Todo es posible en política. Y con este mentiroso compulsivo, más aún. Hoy hemos escuchado la ‘enorme satisfacción’ de los dos líderes, tras plasmar su firma en ese acuerdo de mínimos y felicitar a los respectivos equipos de trabajo, sacrificados colaboradores con trasnoche incluido en aras de ese ‘primer paso de acuerdo político en nuestro país’, ha enfatizado Pdr Snchez. Si dice España, posiblemente se le hubiera puesto la lengua gorda o le hubiera crecido la nariz, porque ya ha demostrado largamente que no cree en España pese a aquella bandera tamaño XXXL con la que sorprendió en una de las comparecencias en dos fogonazos de muy corta exposición. Pero ha dejado otras frases para la posteridad el candidato a investir –cuidado que no lo embista Podemos, esta misma tarde, como ya ha amagado- como que lo que han hecho es ‘pensar en el bien común y en el sentido común’ –supongo que se referiría al ‘bien común’ de Ciudadanos y PSOE ¿con la bendición de Pablo Iglesias?-. Y, también que lo que ha hecho ha sido ‘abandonar el verbo vetar y abrazar el verbo acordar’. Lo dice el que ha dicho ‘NO’ diecisiete veces a hablar con el Partido Popular, pese a él, el partido más votado en las últimas elecciones en las que el carismático líder socialista quedó en cuarto lugar en la circunscripción por la que se presentaba, Madrid, “pequeño detalle” que pasa por alto el “invitado” por el Jefe del Estado para tratar de formar Gobierno. El mismo que dijo que hablaría ‘con cualquiera menos con BILDU y con el PP’. Y vuelve Pdr Snchz a referirse a Ciudadanos como un partido de centro derecha, lo que indica que no vio siquiera cómo se definía este partido en su propia página web como “un partido de centro izquierda”, hasta unos días antes de las elecciones, cuando confesó que pretendía “ocupar el espacio liberal, progresista y social demócrata” del electorado. Debe pensar el candidato que el Partido Popular es de derechas, pese a que nos ha sorprendido a muchos con sus medidas socialdemócratas que nada tendrían que envidiar al anterior gobierno de Rodríguez, salvo en lo económico, y no en todo. Y como la ‘Investidura’ le parece poco, habla de ‘Pacto de Legislatura’, eso sí, de diez minutos, posiblemente. Como fin de fiesta, aunque unos minutos antes, el no menos carismático líder de Ciudadanos, el aseado Albert Rivera, mostró casi la misma satisfacción que su homólogo socialista –podríamos decir con más propiedad, sinónimo, ya que los dos son socialistas- después de haber dicho hace no mucho ‘votaré NO a cualquier pacto de perdedores que tenga como objetivo impedir que gobierne el partido más votado’. Creo sinceramente que estamos asistiendo a los primeros pasos de la precampaña electoral que se avecina en la que empiezan a situarse unos y otros –Rajoy lo hacía esta mañana en la entrevista que concedió a Susana Grisó en Moncloa- porque, salvo pactos contra natura, no descartables pese a que abocaría a España hacia la paralización por un periodo de tiempo más largo, a que nos llevaría el otro pacto “posible” del PSOE con Podemos y las demás fuerzas de izquierda e independentistas, todavía más inviable. Estaremos atentos a la lectura del “acuerdo” y a la reacción de Coleta Morada y veremos lo que las bases responden a esa pregunta inconcreta. Si no fuera dramática la situación, sería tan divertida como esperpéntica.
Hoy contamos con una nueva colaboración de nuestro amigo
Antonio de la Torre, que nos analiza los últimos días de la actualidad
política, centrándose en ese acuerdo que ha unido a PSOE y Ciudadanos, un
acuerdo “progresista y reformista” que ha cautivado a Rivera. Un artículo
interesante en el que Antonio nos da su particular visión…
No hace muchos días, con motivo del Carnaval organizado por el Ayuntamiento de Madrid, vimos el esperpento –quién le iba a decir al Bueno de Valle Inclán que su género literario se iba a hacer tan famoso casi un siglo después- del guiñol del Barrio de Tetuán, en Madrid, en el que unos títeres apuñalaban mujeres con un crucifijo, colgaban jueces y exaltaban a la banda terrorista vasca con pancartas de ‘gora ETA’ en las manos, entre otras barbaridades. Para completar el esperpento y para una vez que el juez actúa con diligencia y decreta prisión incondicional de los titiriteros, a los tres días, salen de la cárcel a petición del fiscal, aplaudidos por esos politiquillos que han “asaltado” -gracias al PSOE, todo hay que decirlo ¿verdad Antonio Miguel Carmona?-, el Ayuntamiento en aras a esa forma de entender la “libertad de expresión” de algunos para justificar sus barbaridades y tachar de “fachas” a los que opinan, mucho más cortésmente por cierto, lo contrario a lo que ellos postulan, muchas veces sin conocimiento, siquiera básico, de lo que dicen. Lo hemos visto, por ejemplo, en la aplicación que hace el equipo de la ‘jueza’ defensora de etarras –movimiento político lo llama-, y ahora Alcaldesa, Manuela Carmena, de la desastrosa Ley de Memoria Histórica que dejó el lamentable Rodríguez Z, al querer quitarle la calle a Don José Calvo Sotelo, tachándolo de ‘franquista’, cuando había sido asesinado, por cierto por un escolta del líder socialista Indalecio Prieto, el día 13 de Julio de 1936, es decir, cinco días antes de que se declarara el Alzamiento Nacional que, varios meses después, llevó al General Franco a liderar el levantamiento contra el desgobierno de la Segunda República, que no otra cosa fue ese triste episodio de la Historia de España que algunos quieren tergiversar y muchos, demasiados quizás, desconocen. Y del teatro guiñol de los titiriteros, pasamos hoy a la consumación del teatro, de tercera clase, escenificado hoy en el Congreso de los “disputados” –no es errata- por los dos líderes del Partido Socialista y Ciudadanos y sus domesticadas huestes ‘negociadoras’ –equipos, le han llamado los dos en el culmen del eufemismo hiperbólico- que, en un país serio y realmente democrático y desarrollado, no habrían pasado de titiriteros de guiñol en la plaza del pueblo, si acaso, y ahí están, jugando a “padres de la patria” cuando no son más que un producto de la degeneración política y educacional que la vida parlamentaria partidocrática y la proliferación de universidades públicas de estos cuarenta años, apoyados por esa prensa ‘independiente’, sumisa a los poderes públicos. Por cierto, prensa y universidades, cedidas en su mayoría, si no absoluta, casi, a la izquierda degradante que se ha ido imponiendo en España sin que la derecha, por ese complejo atávico que la caracteriza, haya sido capaz de contrarrestar en ninguna de sus dos etapas de mayoría absoluta dilapidada. Se trata de reproducir, con poco éxito, me temo, el segundo ‘acto’, ahora a escala ¿nacional? del teatrillo que se inició hace menos de un año en Andalucía, cuando Ciudadanos firmó un pacto de gobierno -¿sería más apropiado llamarlo de ‘sumisión´?- para permitir la investidura de Doña Susana Díaz, previsible depredadora del que ahora se postula para “expresidente” del Gobierno, que ese parece ser su verdadero objetivo, ser “Presidente por un rato” para pasar a la confortable silla del Consejo de Estado que se encargó de preparar para los ‘Ex’ su antecesor en la Secretaría General del PSOE y ahora modelo al que clona, fielmente, el ‘avocálico’ jefe de Ferraz. ¿Pasará a ser conocido como Pdr Snchz ‘el Breve’, como aquel Pipino, Rey de los Francos, aunque por diferente motivo? Lo que no es otra cosa que una versión más de la obra de García Márquez, ‘Crónica de una muerte anunciada’, creo que ha sorprendido a pocos, porque Rivera estaba ‘loco por la música’ y Snchz necesitaba demostrar algo a los militantes del PSOE a los que va a preguntar algo así como “¿Respaldas estos acuerdos para conformar un gobierno progresista y reformista?”, pregunta descafeinada que no se parece en nada a lo que planteó en el último Comité Federal sobre su acuerdo con Podemos cuando sorprendió a propios y extraños al decir que sometería ‘ese pacto’, no otro, a los militantes, ante la oposición del núcleo de veteranos del partido a esa posible coalición de gobierno con el partido bolivariano, ¿O es que Podemos está en la sombra de este acuerdo con Ciudadanos y se trata de ‘dulcificar’ –enmascarar más bien- la consulta para ‘sorprender’ a incautos y biempensantes? Todo es posible en política. Y con este mentiroso compulsivo, más aún. Hoy hemos escuchado la ‘enorme satisfacción’ de los dos líderes, tras plasmar su firma en ese acuerdo de mínimos y felicitar a los respectivos equipos de trabajo, sacrificados colaboradores con trasnoche incluido en aras de ese ‘primer paso de acuerdo político en nuestro país’, ha enfatizado Pdr Snchez. Si dice España, posiblemente se le hubiera puesto la lengua gorda o le hubiera crecido la nariz, porque ya ha demostrado largamente que no cree en España pese a aquella bandera tamaño XXXL con la que sorprendió en una de las comparecencias en dos fogonazos de muy corta exposición. Pero ha dejado otras frases para la posteridad el candidato a investir –cuidado que no lo embista Podemos, esta misma tarde, como ya ha amagado- como que lo que han hecho es ‘pensar en el bien común y en el sentido común’ –supongo que se referiría al ‘bien común’ de Ciudadanos y PSOE ¿con la bendición de Pablo Iglesias?-. Y, también que lo que ha hecho ha sido ‘abandonar el verbo vetar y abrazar el verbo acordar’. Lo dice el que ha dicho ‘NO’ diecisiete veces a hablar con el Partido Popular, pese a él, el partido más votado en las últimas elecciones en las que el carismático líder socialista quedó en cuarto lugar en la circunscripción por la que se presentaba, Madrid, “pequeño detalle” que pasa por alto el “invitado” por el Jefe del Estado para tratar de formar Gobierno. El mismo que dijo que hablaría ‘con cualquiera menos con BILDU y con el PP’. Y vuelve Pdr Snchz a referirse a Ciudadanos como un partido de centro derecha, lo que indica que no vio siquiera cómo se definía este partido en su propia página web como “un partido de centro izquierda”, hasta unos días antes de las elecciones, cuando confesó que pretendía “ocupar el espacio liberal, progresista y social demócrata” del electorado. Debe pensar el candidato que el Partido Popular es de derechas, pese a que nos ha sorprendido a muchos con sus medidas socialdemócratas que nada tendrían que envidiar al anterior gobierno de Rodríguez, salvo en lo económico, y no en todo. Y como la ‘Investidura’ le parece poco, habla de ‘Pacto de Legislatura’, eso sí, de diez minutos, posiblemente. Como fin de fiesta, aunque unos minutos antes, el no menos carismático líder de Ciudadanos, el aseado Albert Rivera, mostró casi la misma satisfacción que su homólogo socialista –podríamos decir con más propiedad, sinónimo, ya que los dos son socialistas- después de haber dicho hace no mucho ‘votaré NO a cualquier pacto de perdedores que tenga como objetivo impedir que gobierne el partido más votado’. Creo sinceramente que estamos asistiendo a los primeros pasos de la precampaña electoral que se avecina en la que empiezan a situarse unos y otros –Rajoy lo hacía esta mañana en la entrevista que concedió a Susana Grisó en Moncloa- porque, salvo pactos contra natura, no descartables pese a que abocaría a España hacia la paralización por un periodo de tiempo más largo, a que nos llevaría el otro pacto “posible” del PSOE con Podemos y las demás fuerzas de izquierda e independentistas, todavía más inviable. Estaremos atentos a la lectura del “acuerdo” y a la reacción de Coleta Morada y veremos lo que las bases responden a esa pregunta inconcreta. Si no fuera dramática la situación, sería tan divertida como esperpéntica.
No hace muchos días, con motivo del Carnaval organizado por el Ayuntamiento de Madrid, vimos el esperpento –quién le iba a decir al Bueno de Valle Inclán que su género literario se iba a hacer tan famoso casi un siglo después- del guiñol del Barrio de Tetuán, en Madrid, en el que unos títeres apuñalaban mujeres con un crucifijo, colgaban jueces y exaltaban a la banda terrorista vasca con pancartas de ‘gora ETA’ en las manos, entre otras barbaridades. Para completar el esperpento y para una vez que el juez actúa con diligencia y decreta prisión incondicional de los titiriteros, a los tres días, salen de la cárcel a petición del fiscal, aplaudidos por esos politiquillos que han “asaltado” -gracias al PSOE, todo hay que decirlo ¿verdad Antonio Miguel Carmona?-, el Ayuntamiento en aras a esa forma de entender la “libertad de expresión” de algunos para justificar sus barbaridades y tachar de “fachas” a los que opinan, mucho más cortésmente por cierto, lo contrario a lo que ellos postulan, muchas veces sin conocimiento, siquiera básico, de lo que dicen. Lo hemos visto, por ejemplo, en la aplicación que hace el equipo de la ‘jueza’ defensora de etarras –movimiento político lo llama-, y ahora Alcaldesa, Manuela Carmena, de la desastrosa Ley de Memoria Histórica que dejó el lamentable Rodríguez Z, al querer quitarle la calle a Don José Calvo Sotelo, tachándolo de ‘franquista’, cuando había sido asesinado, por cierto por un escolta del líder socialista Indalecio Prieto, el día 13 de Julio de 1936, es decir, cinco días antes de que se declarara el Alzamiento Nacional que, varios meses después, llevó al General Franco a liderar el levantamiento contra el desgobierno de la Segunda República, que no otra cosa fue ese triste episodio de la Historia de España que algunos quieren tergiversar y muchos, demasiados quizás, desconocen. Y del teatro guiñol de los titiriteros, pasamos hoy a la consumación del teatro, de tercera clase, escenificado hoy en el Congreso de los “disputados” –no es errata- por los dos líderes del Partido Socialista y Ciudadanos y sus domesticadas huestes ‘negociadoras’ –equipos, le han llamado los dos en el culmen del eufemismo hiperbólico- que, en un país serio y realmente democrático y desarrollado, no habrían pasado de titiriteros de guiñol en la plaza del pueblo, si acaso, y ahí están, jugando a “padres de la patria” cuando no son más que un producto de la degeneración política y educacional que la vida parlamentaria partidocrática y la proliferación de universidades públicas de estos cuarenta años, apoyados por esa prensa ‘independiente’, sumisa a los poderes públicos. Por cierto, prensa y universidades, cedidas en su mayoría, si no absoluta, casi, a la izquierda degradante que se ha ido imponiendo en España sin que la derecha, por ese complejo atávico que la caracteriza, haya sido capaz de contrarrestar en ninguna de sus dos etapas de mayoría absoluta dilapidada. Se trata de reproducir, con poco éxito, me temo, el segundo ‘acto’, ahora a escala ¿nacional? del teatrillo que se inició hace menos de un año en Andalucía, cuando Ciudadanos firmó un pacto de gobierno -¿sería más apropiado llamarlo de ‘sumisión´?- para permitir la investidura de Doña Susana Díaz, previsible depredadora del que ahora se postula para “expresidente” del Gobierno, que ese parece ser su verdadero objetivo, ser “Presidente por un rato” para pasar a la confortable silla del Consejo de Estado que se encargó de preparar para los ‘Ex’ su antecesor en la Secretaría General del PSOE y ahora modelo al que clona, fielmente, el ‘avocálico’ jefe de Ferraz. ¿Pasará a ser conocido como Pdr Snchz ‘el Breve’, como aquel Pipino, Rey de los Francos, aunque por diferente motivo? Lo que no es otra cosa que una versión más de la obra de García Márquez, ‘Crónica de una muerte anunciada’, creo que ha sorprendido a pocos, porque Rivera estaba ‘loco por la música’ y Snchz necesitaba demostrar algo a los militantes del PSOE a los que va a preguntar algo así como “¿Respaldas estos acuerdos para conformar un gobierno progresista y reformista?”, pregunta descafeinada que no se parece en nada a lo que planteó en el último Comité Federal sobre su acuerdo con Podemos cuando sorprendió a propios y extraños al decir que sometería ‘ese pacto’, no otro, a los militantes, ante la oposición del núcleo de veteranos del partido a esa posible coalición de gobierno con el partido bolivariano, ¿O es que Podemos está en la sombra de este acuerdo con Ciudadanos y se trata de ‘dulcificar’ –enmascarar más bien- la consulta para ‘sorprender’ a incautos y biempensantes? Todo es posible en política. Y con este mentiroso compulsivo, más aún. Hoy hemos escuchado la ‘enorme satisfacción’ de los dos líderes, tras plasmar su firma en ese acuerdo de mínimos y felicitar a los respectivos equipos de trabajo, sacrificados colaboradores con trasnoche incluido en aras de ese ‘primer paso de acuerdo político en nuestro país’, ha enfatizado Pdr Snchez. Si dice España, posiblemente se le hubiera puesto la lengua gorda o le hubiera crecido la nariz, porque ya ha demostrado largamente que no cree en España pese a aquella bandera tamaño XXXL con la que sorprendió en una de las comparecencias en dos fogonazos de muy corta exposición. Pero ha dejado otras frases para la posteridad el candidato a investir –cuidado que no lo embista Podemos, esta misma tarde, como ya ha amagado- como que lo que han hecho es ‘pensar en el bien común y en el sentido común’ –supongo que se referiría al ‘bien común’ de Ciudadanos y PSOE ¿con la bendición de Pablo Iglesias?-. Y, también que lo que ha hecho ha sido ‘abandonar el verbo vetar y abrazar el verbo acordar’. Lo dice el que ha dicho ‘NO’ diecisiete veces a hablar con el Partido Popular, pese a él, el partido más votado en las últimas elecciones en las que el carismático líder socialista quedó en cuarto lugar en la circunscripción por la que se presentaba, Madrid, “pequeño detalle” que pasa por alto el “invitado” por el Jefe del Estado para tratar de formar Gobierno. El mismo que dijo que hablaría ‘con cualquiera menos con BILDU y con el PP’. Y vuelve Pdr Snchz a referirse a Ciudadanos como un partido de centro derecha, lo que indica que no vio siquiera cómo se definía este partido en su propia página web como “un partido de centro izquierda”, hasta unos días antes de las elecciones, cuando confesó que pretendía “ocupar el espacio liberal, progresista y social demócrata” del electorado. Debe pensar el candidato que el Partido Popular es de derechas, pese a que nos ha sorprendido a muchos con sus medidas socialdemócratas que nada tendrían que envidiar al anterior gobierno de Rodríguez, salvo en lo económico, y no en todo. Y como la ‘Investidura’ le parece poco, habla de ‘Pacto de Legislatura’, eso sí, de diez minutos, posiblemente. Como fin de fiesta, aunque unos minutos antes, el no menos carismático líder de Ciudadanos, el aseado Albert Rivera, mostró casi la misma satisfacción que su homólogo socialista –podríamos decir con más propiedad, sinónimo, ya que los dos son socialistas- después de haber dicho hace no mucho ‘votaré NO a cualquier pacto de perdedores que tenga como objetivo impedir que gobierne el partido más votado’. Creo sinceramente que estamos asistiendo a los primeros pasos de la precampaña electoral que se avecina en la que empiezan a situarse unos y otros –Rajoy lo hacía esta mañana en la entrevista que concedió a Susana Grisó en Moncloa- porque, salvo pactos contra natura, no descartables pese a que abocaría a España hacia la paralización por un periodo de tiempo más largo, a que nos llevaría el otro pacto “posible” del PSOE con Podemos y las demás fuerzas de izquierda e independentistas, todavía más inviable. Estaremos atentos a la lectura del “acuerdo” y a la reacción de Coleta Morada y veremos lo que las bases responden a esa pregunta inconcreta. Si no fuera dramática la situación, sería tan divertida como esperpéntica.