Julio Caro Baroja
He vuelto a leer este verano el libro de Julio Caro Baroja que tituló "Del viejo folklore castellano". En su prólogo pone de manifiesto el importante papel que Castilla ha tenido en la Historia. Y, paralela a ésta, no cabe duda de que se ha desarrollado una cultura popular tradicional digna de ser reconocida, estudiada y valorada.
Castilla y León han sido objeto de profundos estudios por parte de folkloristas, etnógrafos y antropólogos. Escribe Julio Caro Baroja que cuando él inició su carrera de etnógrafo era muy rico el folklore. "Tenía una vida muy robusta", son sus palabras. En la revista Estampa aparecieron reportajes muy interesantes firmados por Eduardo Ontañón acompañados de excelentes fotografías. Sin embargo "la Universidad "permanecía sorda, indiferente, yerta ante esta posible llamada. Después de la guerra siguió igual y de 1940 a 1960 pasaron años decisivos en todos los órdenes, con el consiguiente desgaste de la vida tradicional popular". Julio Caro Baroja realizó importantes investigaciones sobre diversos temas, entre ellos las fiestas populares y las creencias.
Y siempre surgía "lo castellano viejo". Todo ello despertó su interés que culminó con esta recopilación que tengo en mis manos y que he podido disfrutar gracias a su intensa labor llevada a cabo con paciencia, meticulosidad y fuerte dosis de paciencia y sacrificio. Era tan humilde que en el mismo prólogo deja estas frases tan nobles y sinceras que, me parece, pueden servir de ejemplo a cuantas personas piensan que la cultura es el alimento del espíritu y que leer es un acto en el que, no lo dudéis, participa nuestra voluntad y siempre enriquece y nos hace pensar, es decir, desarrolla nuestro sentido crítico y nos empuja a ser mejores y menos manejables.
Transcribo sus palabras:
"No pretendo darle mucha importancia a esta compilación, pero sí creo que puede servir de estímulo para que personas con más posibilidades que yo estudien lo que puedan, lo que queda de aquella riquísima cultura popular, oscurecida en parte, por el mismo brillo y esplendor que tiene el nombre de Castilla en la Historia de la Literatura".
En Wikipedia podemos leer datos de su vida y, sobre todo, el título de los libros que dejó publicados y que, en la Biblioteca nos esperan deseosos de que -como diría Bécquer-, "una mano amiga vaya a acariciarlos".