Si hay una exposición que pueda decir que va a ser sin duda mi favorita del año (por lo menos de momento, hasta que se inaugure el 8 de noviembre la del Hermitage en el Prado, que estoy deseando ver), esa es la dedicada a Delacroix en Caixaforum. Por culpa de todos los problemas técnicos que he tenido con el blog no he podido hablaros antes de ella, pero la esperaba con ansiedad desde hacía tiempo, y el día después de inaugurarse estaba ya allí viéndola. Luego, he vuelto una segunda vez con mi chico, y no descarto volver más veces. Me encanta Delacroix, me encanta el siglo XIX y el romanticismo. ¿Cómo no va a entusiasmarme esta muestra?
El recorrido comienza con dos autorretratos de Eugène Delacroix, quien nació en 1798 en la localidad francesa de Charenton-Saint-Maurice y falleció en París en 1863. Aunque comenzó su formación con maestros neoclásicos como Pierre Narcisse Guérin, Théodore Géricault o el Barón Gros, pronto comenzó a fijarse en otros clásicos, visitando el Louvre y copiando a los pintores que admiraba como Rubens, Velázquez o Rembrandt. Si hay algo maravilloso en esta muestra es ver cómo el pintor fue evolucionando de una manera increíble desde sus primeros cuadros más formales y clásicos, hasta terminar en un estilo propio, muy personal, de pinceladas sueltas y pinturas llenas de luz, que serían fuente de inspiración para los impresionistas y postimpresionistas. Y es que Delacroix fue un auténtico adelantado a su tiempo.
Como hijo de su época que fue, el espíritu romántico impregna toda su obra, con personajes solitarios y melancólicos, o grandes héroes. El pintor se relacionó con los grandes artistas de su época, quienes no ocultaron su admiración por él y por su obra, el intercambio fue mutuo. Baudelaire no tenía más que palabras de elogio para Delacroix, y Goethe admiró las excelentes litografías que este hizo de su Fausto. Unas litografías que pueden verse en la muestra y que son sencillamente extraordinarias, si habéis leído el clásico de Goethe (os lo recomiendo, es un libro imprescindible) veréis con qué acierto supo plasmar Delacroix la historia en estas litografías. Me encantaría tener un libro con estas ilustraciones.
Otro de los coetáneos al que admiró fue el poeta Lod Byron, al que le dedicó varios cuadros y por quien comenzó a interesarse en el conflicto entre Grecia y Turquía. La guerra de la independencia de Grecia fue seguida con gran interés en la época, y Byron fue uno de los defensores del bando griego, llegando a morir en este país. Delacroix dedicó varios cuadros a la lucha del pueblo griego por su libertad.
Otro de sus grandes puntos de inspiración fueron los viajes y el exotismo de otras culturas. Su viaje a Marruecos y Argelia ha dejado grandes cuadros llenos de luz y color. Los harenes, las exóticas y suntuosas ropas árabes, las celebraciones, la calle como lugar de reunión, fueron algunas de las cosas que más le impresionaron de su viaje y que luego plasmó en cuadros de una gran belleza.
Me encantaría poder mostraros todas las obras de la muestra, ya que todas son imprescindibles, pero no me ha quedado más remedio que hacer una selección de las que, por un motivo u otro, más me han gustado. La muestra reune más de 100 obras del pintor francés, gracias a la colaboración del Museo del Louvre. Además, cuenta con préstamos de la National Gallery de Londres, el Metropolitan Museum de Nueva York o el Art Institute de Chicago. Es cierto que en la exposición se echan de menos sus famosas grandes composiciones históricas como La libertad guiando al pueblo o La balsa de la Medusa, pero a cambio, podemos contemplar otras obras suyas menos populares y no por ello menos interesantes.
Cristo en la columna
Esta exposición emociona, con cada uno los cuadros que se muestran, con tan solo pensar que una mano humana ha podido concentrar tanta belleza en un lienzo. Uno de los retratos más impresionantes de la muestra y mi favorito es el que podéis ver a continuación del barón Schwiter. Pertenece a sus obras más tempranas, influenciadas por la pintura británica tras pasar tres meses en Inglaterra estudiando a los pintores ingleses. El cuadro, de gran tamaño, pierde mucho visto aquí, cara a cara, el barón parece aún lleno de vida y nos contempla altivo desde el cuadro.
Termino el repaso con el que es mi otro cuadro favorito de la muestra, este por su belleza en sí mismo y también por todo lo que representa. Y es que Delacroix en sus últimos años depura su estilo hasta convertirlo en algo muy personal: pinceladas sueltas, apenas esbozos, y luz, mucha luz en paisajes al aire libre. ¿A qué nos suena esto? Pues sí, Delacroix fue un auténtico precursor del Impresionismo, no en vano, influyó mucho en estos pintores quienes reconocieron esa influencia, también en Van Gogh, otro de sus grandes seguidores. El cuadro que os muestro a continuación, El mar desde Dieppe, es un ejemplo de ello. Rabiosamente moderno para su época, podría pertenecer a cualquier artista impresionista, pero no, es de Delacroix, una auténtica maravilla adelantada a su tiempo.
Siempre que os recomiendo una muestra es porque me ha gustado mucho (las que veo que no me gustan ni me molesto en hablar de ellas), pero es que esta de verdad os la quiero recomendar, creo que nadie que pueda verla debería perdérsela. Tenéis hasta el 15 de enero de 2012 para verla en Caixaforum Madrid (paseo del Prado, 36) de lunes a domingo de 10 a 20 horas, y la entrada es gratuita. Además, a partir de febrero la muestra se traslada al Caixaforum de Barcelona (Av. Francesc Ferrer i Guàrdia, 6-8), por lo que digo, no podéis perderosla.
Y aunque ya lo haya dicho en los comentarios de la entrada donde os hablé de los problemas técnicos que he tenido con el blog, quería volver a agradeceros a todos vuestras palabras y vuestro apoyo, realmente me animaron muchísimo. De momento parece que todo se ha arreglado así que seguiré en Blogger hasta que me den otro disgusto, bueno, esperemos que eso no suceda. Gracias de verdad, me hacéis sentir realmente querida y que apreciáis lo que hago en este blog al que dedico mucho tiempo y en el que vuelco mucho de mí misma. Espero que disfrutéis mucho del fin de semana, yo me voy esta tarde a ver a Yes en La Riviera, como ya os comenté, así que el lunes os contaré. ¡Feliz fin de semana!