Delft, la ciudad de la cerámica

Por Nosoloviajeros @nosoloviajeros

Seguramente a muchos os sonará el nombre de Delft por la típica cerámica azul holandesa. Pues bien, no andáis muy descaminados, ya que ésta procede precisamente de la ciudad de Delft, entre Rotterdam y La Haya. Y aunque este tipo de cerámica, que se puede ver en todas las tiendas holandesas, especialmente en las tiendas de souvenirs, fue lo que hizo conocida a esta pequeña ciudad, hoy en día únicamente queda abierta una fábrica dedicada a crear estas piezas; se trata de la Royal Delft, abierta desde 1653 y que ha adquirido el nombre de El jarrón de porcelana.

A pesar de que a lo largo de los años la fábrica se ha ido modernizando - y esto queda evidenciado en las distintas colecciones de cerámica antigua y moderna -, lo cierto es que sus técnicas no han variado, manteniéndose la esencia de la artesanía de antaño. Los dibujos siguen realizándose a mano, un arte que podemos ver sólo con acercarnos hasta la fábrica. La visita merece la pena, sobretodo si tienes pensado comprar este tipo de porcelana y/o visitar la zona.

Pero, además de la fábrica, Delft tiene mucho más encanto, ya que también es conocida por su centro urbano , que guarda el encanto de la típica ciudad holandesa de época, repleta de canales. Quizá, lo más llamativo sea la iglesia vieja, cuya torre está ligeramente inclinada por las características del terreno.

No es la torre más alta de la ciudad, ya que el mérito, en este caso, se lo lleva su iglesia nueva con 108,75 metros. Ésta es la segunda más alta de los Países Bajos. Otra de las paradas indispensables en este viaje es Visbank, uno de los mercados de pescado y marisco más antiguos del mundo. Asimismo, justo enfrente se encuentra una vieja tienda que es la más fotografiada de toda Delft. Tampoco puede la faltar la foto en Vrouwenregt, una calle con mucho encanto en donde la casa que hace esquina y que está pegada a la iglesia sirvió de escenario para la película La joven de la perla (Girl with a pearl earning).

Si buscas el típico encanto holandés, entonces no puedes perderte Delft. Pequeña pero encantadora.