Fiat: En total, para este año, la planta de Ferreyra produciría entre 90 y 100 mil unidades -lo que implicaría, en el mejor de los casos, una reducción del 11,5% en relación al año pasado. No piensa sumar personal.
En lo que va del mes, Fiat ha tenido prácticamente paralizada su producción las dos terceras partes del tiempo. Parte del problema es la falta de insumos, atribuida a las restricciones aduaneras de Moreno, pero lo fundamental es la caída de las ventas por la reducción del mercado brasileño (destino del 80% de la producción de la planta). Dentro de la fábrica, corre un rumor muy firme de que en las próximas semanas se eliminaría un turno. Lo cierto es que ya se ha abierto una lista de retiros voluntarios y se están produciendo despidos hormiga del propio personal de Fiat.
En Renault hay despidos de trabajadores de las tercerizadas (147 declarados) y existe también el rumor de la eliminación de un turno, a lo que se ha sumado un aumento de los ritmos de producción.
Toda esta situación ha llevado, en el último mes, a un agudo proceso de inquietud y deliberación dentro de las plantas, lo que incluyó acciones directas como asambleas espontáneas en punta de línea. La caída salarial es muy fuerte como resultado de la desaparición de las horas extras (que desde 2009 eran permanentes), a lo que hay que sumar la inflación, tarifazos, etc. Aún no se cerró la paritaria del gremio; el aumento de los ritmos de producción es un acicate para la reacción obrera. En los debates aparecen muy fuertemente las perspectivas del sector, la crisis mundial (sobre todo la situación brasileña) y la convicción de que no se trata de una situación aislada. La situación de las plantas automotrices esconde la del sector autopartista. Cada parate en la producción de Fiat arrastra consigo a decenas de proveedores autopartistas locales que son fiatdependientes.
Las deliberaciones incluyen el papel del gremio. La burocracia del Smata no sólo da la espalda a esta situación, sino que además es garante. El secretario general del gremio es, a su vez, ministro de Trabajo de De la Sota, un hombre -sin ningún tipo de dudas- de las automotrices y, sobre todo, de las que tienen enlazados sus negocios con Brasil por vía del Mercosur.
Un programa obrero
Frente a la deliberación, la inquietud y las acciones en las plantas, levantamos la exigencia de la convocatoria de asambleas de fábrica que incluyan a todos los trabajadores (los de las consultoras y tercerizadas), así como plenarios de delegados con mandato, en los cuales también deberían intervenir los representantes de las fábricas autopartistas.
Planteamos:
• Prohibición de despedidos y suspensiones. Reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario (incluidas las horas extras, ya que son parte del salario de los últimos dos años).
• Comisiones obreras de control de los ritmos de producción y de insumos, electas en asambleas.
• Elección de delegados que intervengan en la paritaria, sujetos a mandato y resolución de asamblea.
• Exigencia de la prohibición de repatriación de ganancias para las empresas del sector.
Eduardo Salas