MUFFINS DE CHOCOLATEHoy os traigo una receta que nunca he hecho pero la tengo pendiente porque tienen que salir riquísimos. Los muffins son como las magdalenas pero podéis añadirle los ingredientes que queráis. ¿Vosotr@s las habéis hecho? ¿Qué tal están? ¡Ya me contaréis!
Podéis añadirle dentro trocitos de chocolate, almendra, queso, naranja... lo que queráis.
Ingredientes:
100 gramos de azúcar morena.
Azúcar común.
3 huevos.
Un vaso de leche (no del todo lleno).
150 gramos de chocolate para postre.
300 gramos de harina
20 gramos de levadura.
Sal.
Vainilla.
Preparación:
1.- Mezclar en un bol el azúcar moreno, la harina, la levadura y una pizca de sal.
2.- Cortar en trozos pequeños el chocolate, (o utilizar pepitas de chocolate), y añadirlo a lo anterior.
3.- Poner la leche a fuego bajo y derretir en ella la mantequilla. Apagar enseguida y dejar enfriar durante un momento.
4.- Agregarle a la leche templada (sacarla un rato antes del refrigerador) una cucharadita de esencia de vainilla y los huevos.
5.- Verterla sobre el bol del principio y mezclar hasta obtener una masa de consistencia cremosa y fina.
6.- Ir rellenando con cuidado los moldes de papel, especiales para horno, hasta un máximo /4 partes de su capacidad y posteriormente espolvorear por encima el azúcar blanco (o podéis usar chispitas de chocolate, grana o frutas confitadas, que se agregar luego de la cocción).
7.- Precalentar el horno a 180ºC y cocinar los muffins por 20 minutos.
8.- Servir calientes.
Gastronomía:
Un muffin (conocido en otros países en español como magdalena, panquecito, ponquecito, ponqué, quequi o queque) es un producto de repostería elaborado con pan dulce y otros ingredientes. La parte de abajo suele estar envuelta con papel especial de repostería o aluminio, y aunque su tamaño puede variar presentan un diámetro inferior al de la palma de la mano de una persona adulta.
Historia:
El origen de este alimento se encuentra en Inglaterra, con referencias en recetarios a partir de 1703. Su nombre deriva de la palabra original moofin, cuyo origen puede deberse a una adaptación de la palabra francesa moufflet (pan suave). El pastel se consumía preferiblemente en desayunos o como tentempié, y se incluyeron varios sabores como fruta seca o fresca, especias y chocolate.