Es un producto que, a pesar de su situación, consigue tener un buen posicionamiento entre culturas, como por ejemplo, la estadounidense. Crispin Porter + Bogusky (USA) así lo demuestra, llevando a cabo una acción que fue premiada con un León de Oro de Cannes en 2009, por el mejor uso del medio Internet. Tanto para los que conocen la acción, como para los que no, os he traducido un fragmento de la propuesta:
SituaciónCrear una campaña que pruebe cuánto quiere América a la hamburguesa Whopper.EjecuciónLa agencia se dio cuenta de que a la gente le gusta tener amigos, pero también ama la Whopper. Todos tenemos más amigos de Facebook que amigos reales. ¿Por qué? ¿Cuál es el valor de este tipo de amigos? Y lo mejor de todo, ¿Podría Burger King convencer a la gente de que cambiara sus amigos por hamburguesas?
Para responder a estas preguntas, se creó una aplicación en Internet, conocida como “El Sacrificio Whopper”. Ésta funcionaba de la siguiente manera: “Sacrifica (elimina) 10 de tus amigos de Facebook, y recibirás una Whopper gratis”. ¿Fácil eh? Más de uno pensaría “Total, si los elimino, no se enterarán”. Pues en este caso no fue así. El interesado en eliminar a sus conocidos, debía aceptar una cláusula que decía que cada amigo “sacrificado” recibiría notificaciones de que había sido eliminado. Entonces, ¿la gente participaría aceptando dicha cláusula?
ResultadosEn diez días, 82.771 usuarios utilizaron la aplicación y 233.906 amigos fueron “sacrificados” después del lanzamiento de la campaña. Los medios de comunicación se hicieron eco de la acción y El Sacrificio de Whopper salió en el “The New York Times”, en la Fox, y en el “MediaWeek”, entre otros. Y Facebook, ante tales resultados, pidió a Burguer King que acabara con la campaña, dado que mucha gente estaba quitando de sus listas a sus compañeros de trabajo, exnovi@s, colegas de la infancia, etc. Se demostró, por tanto, que América ama a la Whopper más que a sus propios amigos.