DELINCUENCIA JUVENIL EN ESPAÑA / Juvenile delinquency in Spain. (I)

Por Bubonem @BUBONEMips
En verdad no podemos decir que la delincuencia sea algo que nace. El delincuente se hace y se rehace en cada delito que comete. La edad de comienzo del delincuente se inicia de forma temprana, entre los 9 - 13 años, manteniéndose de forma estable esta los 19 - 20 años para ir reduciéndose hasta mantenerse en un estado latente. Nunca va a desaparecer, pues el delincuente querrá revivir en algún momento las experiencias y los sentimientos que experimentaba en cada una de esas situaciones.
Esta entrada supone un acercamiento a la delincuencia juvenil. 
Para comenzar este epígrafe voy a realizar una serie de aclaraciones que considero necesarias y que nos van a ayudar a comprender la presente entrada.
Como todo inicio, vamos a comenzar desde el principio, acotando el grupo de personas que está englobado dentro de la delincuencia juvenil. Para ello vamos a tratar de dar respuesta a quiénes son considerados “jóvenes” por las estadísticas.
Dentro de los resultados estadísticos los llamados jóvenes son aquellos que están comprendidos entre los 14 y los 17 años ambos incluidos. Los que tienen 18 años no son considerados jóvenes y pasan a formar parte de las estadísticas normales.
Tenemos que tener presente que el CP del 7 de mayo del 2015 en su art. 19 señala que los menores de 18 años no serán responsables criminalmente. Cuando un menor de dicha edad cometa un acto delictivo tendremos que acudir a lo dispuesto en la ley que regula la responsabilidad penal del menor.
La ley que regula la responsabilidad penal del menor es la 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la responsabilidad penal de los menores. El art. 1 de la LO 5/2000 indica que:
 “esta ley se aplicará para exigir la responsabilidad de las personas mayores de catorce años y menores de dieciocho por la comisión de hechos tipificados como delitos o faltas en el Código Penal o las leyes penales especiales.”
Otra aclaración que considero necesaria, concierne a los datos, y es ques estos son referidos al año 2014. Son los datos más actuales que he podido obtener pues están publicados en septiembre del pasado año 2015 si mal no recuerdo. 
Una vez aclarado quiénes son las personas jóvenes, las estadísticas nos muestran que los delitos cometidos por estas personas son de lo más variopintas, pero destaca por encima de todas los delitos contra el patrimonio, que representa un 52,8% del total de delitos cometidos por este conjunto.

Por edad se sigue manteniendo como posición destacada los delitos contra el patrimonio, pero a medida que avanza la edad comienza a descender este tipo de delitos. 

Elaboración propia a partir de datos del INE.


En un segundo bloque tenemos los delitos de lesiones con un 14% de los delitos cometidos. Al contrario que los anteriores, a medida que se incrementa la edad estos también se incrementan, representando un 15% de los delitos a la edad de 17 años.
Existen otra serie de delitos que también ven incrementados sus porcentajes a medida que avanza la edad son los relacionados con la seguridad colectiva, que representan un total de un 7% del total de delitos cometidos por los menores. En concreto aquellos referidos a la seguridad vial, se incrementa a razón de un 2% de los delitos totales a medida que se incrementa la edad. De tal forma que a los 14 años tenemos que se cometen un 5% del total de delitos referidos a esa edad, mientras que a la edad de 17 años se cometen un 10% de delitos referidos a esa edad.
Otros delitos como son los relacionados con las torturas y la integridad moral ven reducido su porcentaje a medida que avanza la edad. En concreto el grupo de edad de 14 años obtiene un 15% mientras que el grupo de edad de 17 años obtiene un 7%.
Una vez facilitados estos datos, pasamos a realizar un pequeño análisis sobre la delincuencia juvenil.
No se trata de algo que surge de un día para otro, ni algo decidido por los jóvenes. Se trata de una forma de vida que se va interiorizando. Los jóvenes cometen delitos porque ven que es una forma correcta de ganarse la vida.
En un principio se asumen pocos riesgos y se obtienen grandes beneficios, pero a medida que avanza la edad, los riesgos comienzan a incrementarse y los beneficios a reducirse.
Los delincuentes juveniles tienen una serie de características: búsqueda del placer inmediato, satisfacción de las necesidades a cualquier precio, ansia de aventura, emoción al cometer un nuevo delito y excitación por la exposición a la que se someten mientras están cometiendo el delito.
Normalmente actúan de forma grupal, guardando colectivamente el anonimato. Se protegen entre los diferentes delincuentes. No planean la comisión de los actos delictivos, cuando ven la oportunidad de cometer el acto lo llevan a cabo.
En muchas ocasiones el delito va acompañado de daños materiales, existe una considerable agresividad que se exterioriza de forma violenta: rotura de muebles, pintadas, excreciones, quebrantamiento de paredes…
Como apuntaba anteriormente, el delincuente juvenil no explota un día y aparece de la nada. La delincuencia juvenil sigue un camino. Yo diría más que un camino una senda, por lo fina que es y por lo difícil que es manejarse por ella.
Le Blanc y Mucchielli proponen una serie de etapas por las que pasa el menor cuando abandona la protección integral de sus padres.Estas etapas son:
  1. Etapa de aparición. Estos autores sitúan esta etapa a la edad de los 8 – 10 años. Se trata de las primeras experiencias como delincuente. Implican pequeños robos a familiares o la sustracción de material.
  2. La exploración. Etapa situada entre los 10 – 13 años. Aparecen los primeros robos en pequeños comercios y la comisión de actos vandálicos.
  3. El estallido. Situada entre los 13 – 15 años. Se da una diversificación de los delitos. La gravedad de estos se incrementa: robos con fuerza, hurtos, desordenes públicos…
  4. La deflagración. Comprendida entre los 15 - 19 años . La frecuencia y la gravedad se incrementan. Se produce una diversificación en la comisión de los delitos y aparecen nuevos delitos desconocidos. Tráfico de drogas, robo de vehículos a motor, lesiones, robo con violencia e intimidación…
  5. El desbordamiento. Aparece a la edad adulta, a partir de los 18 - 19 años. El delincuente se vuelve más astuto y violento.
Estas etapas no indican que se sucedan unas a otras, lo normal es que así ocurra y que se pase de una a otra a una determinada edad. Pero todo va a depender del entorno del menor, de las relaciones sociales que mantenga, de su grupo de amistades...
No podemos mantener esta evolución por etapas en todos los casos,  pero nos puede servir de plantilla para establecer el comportamiento delictual de un menor. 
Continuaré analizando la delincuencia juvenil en posteriores entradas.

Bibliografía



1. García - Pablos de Molina, Antonio. Criminología I. 2011.
2. Raldúa Martín, Eduardo Vicente. Criminología II. Salamanca : Solo Soluciones, 2011.
3. Instituto Nacional de Estadística. www.ine.es. [En línea] [Citado el: 11 de 01 de 2016.] http://www.ine.es/jaxi/tabla.do?path=/t18/p467/a2014/l0/&file=01009.px&type=pcaxis&L=0.