Revista Economía

Deloitte presentará la próxima semana la auditoría del Barça que arrojará sensibles pérdidas

Publicado el 16 julio 2010 por Quim @Quim_Marques
El 30 de junio pasado el director general del Futbol Club Barcelona, Joan Oliver, cobró una liquidación de 827.000 euros y se fue de la entidad. Un día después la nueva junta directiva de la entidad, presidida por Sandro Rosell, tomó posesión y se encontró con la tesorería del club vacía y que no se habían pagado las nóminas de los jugadores.
Ayer se empezaron a pagar gracias a que hace un par de días el nuevo equipo firmó la renovación de un crédito sindicado con un pool de bancos, dirigidos por la Caixa y el Santander, por valor de 155 millones de euros que le ayudará a gestionar las tensiones de tesorería, según reconoció el vicepresidente económico Javier Faus, que le dejó la anterior junta directiva presidida por Joan Laporta.
Unos días antes, el 25 de junio, Oliver compareció en rueda de prensa junto al tesorero, Xavier Sala i Martín, para presentar las cuentas del ejercicio 2009-2010 exhibiendo unos beneficios netos de 11 millones. La semana próxima la consultora Deloitte, encargada de realizar la auditoría del club desde hace años, la entregará a los actuales directivos. Podemos avanzar que presentará sensibles pérdidas.
Esta diferente interpretación es debida a diversas operaciones de ingeniería financiera realizadas en la época de Joan Laporta.
Un crédito sindicado recurrente
Sobre el reciente firmado crédito sindicado, recordar que el Barça ya había suscrito uno en 2004, al poco de llegar Laporta al poder, por 150 millones (Euribor + 1 %), que fue renegociado en 2009 (Euribor + 2 %). Éste último es consecuencia del primero al no haber podido hacer frente a las obligaciones contractuales.
El nuevo crédito a cinco años se establece a un tipo del Euribor más 2,5% y se reparte entre diez entidades financieras de las cuales la Caixa y Santander asumen el 50% del total. Entre el resto (BBVA, Sabadell, Popular, Banesto, Caixa Catalunya, Caja Madrid,CAM y CajaMar) se reparte la otra mitad. Respecto del pool anterior se han sumado Caja Madrid y BBVA con lo cual se puede decir que los todas las principales entidades financieras españolas han decidido apostar por el Barça. Eso sí, cada año el club deberá devolver 30 millones, más los intereses correspondientes.
En la primera ocasión la entidad deportiva puso como aval de la devolución los derechos televisivos y un contrato con Nike. En esta ocasión las entidades financieras han exigido otra garantía más firme, los abonos de los socios. Ello se ha debido a que el concurso de acreedores en el que está inmerso Mediapro debilita el cobro de cobro de esos derechos. Tampoco se ha podido volver a usar el contrato con Nike ya que éste está siendo utilizado como garantía de otras pólizas de crédito, por valor de 55 millones más, que tiene el club de fútbol con otras entidades financieras.
Es por eso que en esta ocasión las cajas y bancos se han querido asegurar la devolución del crédito mediante la pignoración de los abonos de los socios durante los dos primeros años de la vida del crédito, de tal manera que si el Barça no pagara la cantidad anual requerida se ejecutaría la garantía. La nueva Junta ha conseguido que a partir del tercer año no se hayan pignorado los abonos. El pool cree que a partir de esa fecha las cuentas de la entidad mejorarán y permitirá a la entidad tener más margen.
De los 155 millones, 79 millones se destinarán a refinanciar la deuda bancaria, 15 millones a renovar avales ya existentes, y 61 millones para nueva financiación. Apuntar que este mes de julio el Barça ha de hacer frente a pagos por valor de más de 60 millones, donde se contemplan sueldos, primas y premios, así como el pago trimestral del IRPF.
Hay que especificar que le crédito sindicado está listo para firmar ya en junio por la anterior junta pero el nuevo equipo directivo presidido por Sandro Rosell ha querido cambiar algunas de los términos de acuerdo ya que no estaban de acuerdo con el plan de negocio presentado al pool y que éste había de validar. En concreto, han desestimado subir los abonos a los socios (un 8% esta temporada y un 15% las cuatro siguientes como tenía programado Laporta) lo que hubiera supuesto doblar el abono al final del período.
Otra partida que han decidido “prescindir” era un ingreso futuro de 20 millones anuales por la camiseta en concepto de preservation rigths ya que no existe ninguna oferta de esa cuantía por parte de ninguna empresa. Así mismo consideran que el ingreso contemplado de 30 millones anuales por venta de jugadores no es realista y por tanto han decidido reformular el plan de negocio de la entidad sin esas entradas económicas.
También se han mostrado en desacuerdo con la inicial propuesta de venta de patrimonio por valor de 40 millones que se destinaba a generar ingresos atípicos para poder presentar beneficios al final del ejercicio.
En el fondo, el nuevo plan de negocio presentado pretende ser más realista y generar menos ingresos de los inicialmente previstos. El tesorero de la anterior junta, Xavier Sala-Martín, presentó un presupuesto para este temporada de casi 446 millones.
Para Faus, el Barça tiene un problema grave en su Balance. “Nos hemos encontrado el club mucho más endeudado de lo que nos pensábamos. La entidad necesita desapalancarse”. Es por eso que el presupuesto de la nueva temporada que se está elaborando y que se presentará a la Asamblea de socios para su aprobación a finales de septiembre o principios de octubre será “muy austero. Solamente nos podemos gastar en jugadores en los próximos años 50 millones netos”. Previsiblemente la cifra de ingresos se sitúe en torno a los 400 millones.
De momento la junta se encuentra a la espera de conocer los datos de una due dilligence que han encargado a KPMG y que la consultora entregará a mediados de septiembre para conocer el estado exacto del club.
Lo que parece imprescindible es empezar a recortar la partida de gastos pero el nuevo director general, Antoni Rossich, lo va a tener difícil ya que el 70% se concentra en salarios de jugadores cuando esta cifra debería ronda el 55%, nivel donde un club de fútbol es sostenible.
Lo que es seguro es que las tensiones de tesorería van a continuar durante un tiempo. La nueva junta se ha propuesto llegar a facturar 500 millones en tres o cuatro años y que el club acabe ganando unos 50 millones netos por temporada a través de su actividad ordinaria.
Para Faus, el Barça ha tenido históricamente tres tipos de problemas estructurales: siempre ha sufrido problemas de liquidez. No ha ganado dinero históricamente por su actividad ordinaria debiendo recurrir a la venta de patrimonio (jugadores o inmovilizado), y activación de un crédito fiscal existente. Y ha sufrido de un fuerte endeudamiento en su balance.
El reto de la nueva junta es reconducir la situación. Disponen de seis años por delante aunque el business plan que han elaborado se plantea darle la vuelta en tres.

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