Lo bueno de haber nacido en el siglo pasado es el hecho de que todas aquellas fotos que te hacían tus padres, digamos, embarazosas, quedaban archivadas en el álbum familiar y era muy complicado que nadie ajeno a la familia las viese.
Ahora, con la llegada de las redes sociales, los padres no sacan una foto y la guardan sino que, la suben a Facebook, Twitter, Pinterest... Con los riesgos que ello conlleva y que, puede que cuando crezca, al niño no le haga la menor gracia.
Ese es el caso de una joven australiana que ha demandado a sus padres por publicar fotos suyas en Facebook.
Como detalla el medio australiano , los padres de la joven habían publicado más de 500 instantáneas en dicha red social con cambios de pañal o visitas al inodoro incluidas.
Ella consideró que era el momento de eliminar las fotografías y les pidió a sus padres que las borraran. Ante la negativa de estos, la joven de 18 decidió demandarlos para mantener a salvo su privacidad.
Michael Rami, abogado de la demandante, considera que en caso de ganar su clienta habrá un gran cambio. Los padres y las madres se lo pensarán bien antes de subir determinadas fotos de sus hijos a las redes sociales ya que puede, que en un futuro, tenga consecuencias.
En Francia, que van un poco más adelantados en el tema, los padres que publiquen imágenes de sus hijos sin su consentimiento pueden cumplir una pena que incluye un año de prisión y el pago de una fianza de 45.000 euros.