Seguimos con temas repetidos, esta vez tocamos uno que es imposible evitar en estos días: el calor. ¿Cuál de los dos prefieren?
Demasiado calor
El calor era intolerable.
Ya no sabía cómo ponerse: de costado, arrodillado, en puntas de pie. Aunque tenía poca movilidad en ese lugar tan estrecho, había algunas variantes que podía practicar.
Sin embargo, pronto se le acabaron las opciones y terminó encogido en un rincón. El agua burbujeaba a su alrededor y cada ampolla que reventaba aumentaba el calor de su encierro.
Poco antes de desmayarse, escuchó las voces del otro lado de las paredes de metal. La tribu estaba lista para cenar.
¿Y si lo escuchamos?
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