Democracia real ya: spanish revolution versus revolución interior

Por Joseantonio
La revuelta española (Spanish Revolution) del movimiento 15M, reivindicando una verdadera democracia, asentada significativamente en la Plaza del Sol (siendo éste, un símbolo de la consciencia) continúa su lucha, pacífica (al menos, de momento). Como mencionaba en una entrada anterior, este movimiento parece surgir como consecuencia de la asunción de ideas expresadas en el libro Indignáos, de S. Hessel, auspiciadas por el economista y escritor José Luis Sampedro
El nuevo vídeo que circula por internet y del que se hacen eco los manifestantes de la Spanish Revolution es el siguiente:

Y vuelvo a insistir en la importancia de la revolución interior, el "desarrollo de la personalidad" total, en palabras de José Luis Sampedro. Precisamente, de la importancia de la re-valorización del Alma humana que es lo que nos hace "más humanos", "más positivos", "no especialmente codiciosos con la productividad", etc. En definitiva, el camino de convertirnos en Individuos ("hacernos más personas", que dice Sampedro). Pero ese camino es un camino difícil porque, ante todo, exige del individuo que se mire a sí mismo y se haga responsable de su propia vida, así como de su "participación" inconsciente en la situación actual. Con ello, no culpa a los otros, sean estos "los banqueros", "los políticos", "los economistas", etc., de lo que sucede en el mundo (aunque sea consciente de que aquellos participan del descalabro que supone esta crisis mundial) sino que se pone "manos a la Obra" consigo mismo. Pues es consciente de que, si algo anda mal en el mundo, es que algo anda mal en su propia Alma. Hoy mismo, 26 de Mayo de 2011, se presenta un libro que va en esta dirección, escrito por diversos especialistas de la salud mental, titulado Integrando la Espiritualidad en la Psicología, acto que tendrá lugar a las 19:30 horas en la Universidad San Pablo CEU. Presentación de puertas abiertas a la que acudiré y a la que invito a todos los interesados a que vengáis y participéis.  
Esta idea de la revolución interior, la desarrollo, después de un estudio histórico riguroso que me ha llevado cerca de seis años, en mi último libro LA HERMANDAD DE LOS INICIADOS, del que dejo aquí un pequeño fragmento:
Fragmento del libro La Hermandad de los IniciadosEva: Pero maestro, ¿y qué hay del creciente fundamentalismo? ¿Qué hay de las cada vez más profusas y agresivas sectas juveniles? ¡No podemos olvidar aquí que esas sí que son oscuras muestras de la gravedad de estos tiempos tan difíciles! Nosotros hemos tenido la suerte de disponer de una persona, o de un ente sobrenatural, que nos orientara justo en el momento más oportuno. Desde luego soy consciente de que ha sido Dios el artífice de ese encuentro crucial con las personas que nos han guiado hasta llegar aquí. Mas no puedo dejar de pensar que, tal vez, un número elevado de individuos, hoy sumidos en un auténtico caos, es decir, hirviendo en su propia agresividad, signo externo de su invalidez, su desorganización interior, su miedo al mundo que les rodea, su desvalimiento para arrostrar los numerosos desafíos que surgen a lo largo de toda una vida…, hubieran podido encauzar sus vidas si hubieran dispuesto de una persona que les guiara en el momento oportuno.

Miriam: Hoy los padres no parecen asumir su responsabilidad en la díscola actitud de sus hijos, a quienes consienten cualquier capricho, alimentando su voracidad, al tiempo que les privan de la importante lección que toda restricción implica para su desarrollo como adultos. Por no hablar de la falta de cariño que parece adueñarse de todo hogar occidental ¿acaso es posible suplir el amor con bienes materiales o la miel con un exceso de leche? Cuanto más medito sobre esto, más oscuro y terrible me parece el destino de las futuras generaciones. Queridos hermanos, dramáticas consecuencias vislumbro si la Diosa no retorna al lugar que le corresponde -la voz de Eva surgió como si de un ángel se tratara, descubriendo al grupo un aspecto que no habían considerado hasta ese momento.Maestro: Queridas hermanas Eva y Miriam ¡cuán certeras vuestras afirmaciones! No sé si sabréis que el genial jesuita español Baltasar Gracián expresó algo semejante en una de sus más célebres obras, donde decía: “con el intenso amor que tienen a sus hijuelos (los padres), condescienden con ellos y porque no llore el rapaz le conceden cuanto quiere: déjanle hacer su voluntad en todo y salir con la suya siempre, y así se cría vicioso, vengativo, colérico, glotón, terco, mentiroso, desenvuelto, llorón, lleno de amor propio y de ignorancia, ayudando de todas maneras a la natural siniestra inclinación. Apodéranse con esto de un muchacho las pasiones, cobran fuerzas con la paternal connivencia, prevalece la depravada propensión al mal y ésta con sus caricias trae al tierno infante al valle de las fieras, a ser presa de los vicios y esclavo de sus pasiones…”   Juan: Hermanas, hoy vivimos en un tiempo sumamente difícil. Y si es difícil para el hombre y para la mujer adultos ¿podéis imaginaros lo arduo que les resultará a los adolescentes? Son éstos últimos la muestra más fehaciente de nuestra grave crisis de valores, de lo alejados que se hallan los seres humanos de Cristo. Pues, para utilizar el lenguaje bíblico, estamos en plena irrupción del Anticristo. Como una vez oí decir a un niño: “éste es el mundo al revés”. Los valores que rigieron la más excelsa expresión de espiritualidad hoy se han invertido y presenciamos lo más basto y grotesco que le es consustancial a la materia. Pero, hermana Eva, como bien sabes toda época en crisis lleva implícita una irrupción de esta naturaleza. Lo más instintivo, lo más burdo, lo más oscuro de la naturaleza humana tiende a hacerse con el dominio de la cultura. Para expresarlo metafóricamente, diríamos que el Caos se adueña de la vida toda. Esa es la hidra de siete cabezas, la Gorgona petrificante, la diosa Kali que rebana cabezas, el monstruo que engulle al héroe, el poder temporal cuando usurpa las funciones directivas de la autoridad espiritual, el Sol que se esconde tras el ocaso. Pero este Sol no ha desaparecido para siempre. Sólo espera, en su crisálida de transformación, a que despunte el nuevo día. 


Fíjense que, Eduardo Galeano en una entrevista, está apuntando esto mismo que expreso en este fragmento de mi libro y que, muchos otros, están manifestando desde hace años. Y con esto, respondo a un mensaje de José Manuel, en el que aludía a la importancia de centrarse en el presente.