Es la crisis. No sólo nos achica metiéndonos miedo en el cuerpo y encogiéndonos el alma, sino que también nos hace más escasos. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha registrado desde enero los peores datos en cuanto a crecimiento demográfico en España: se han perdido 27.771 habitantes como consecuencia de los 295.141 ciudadanos que se fueron, el 90 por ciento de ellos extranjeros y 27.100 españoles, la mayoría jóvenes con estudios, frente a los 224.382 que llegaron. Ahora somos 46.125.154 personas. La burbuja demográfica, cuando entraban cerca de un millón de personas cada año, también se desinfla.
El 15-M recupera Sol (Foto: Efe)
Pues yo me quedo, indignada y aquí, buscando dignidad dentro y fuera, pese a que cada destino que visito fuera me regala proyectos de futuro que se congelan en el camino de vuelta en las bodegas del avión junto a la maleta repleta de recuerdos y olores y algún que otro cachivache que ya tiene de antemano su lugar en el mundo, en el mundo que le espera aquí. Un mundo de indignados que desafía al INE.