Demon’s Souls

Por Mugen

Sudor, frustración, sangre. Eso es lo que un servidor ha tenido que soportar para terminarse ese destrozanervios conocido como Demon's Souls. El sudor, generado por la intensa concentración a la que te obligan los niveles. La frustración, nacida al verme derrotado una y otra vez. La sangre, cuando me corté el dedo con el borde del manual de instrucciones. El que tiene fama de ser uno de los juegos más difíciles de la presente generación pasa ahora por mis manos para deleitar a las masas con este análisis. Sí, es difícil, pero ¿es también divertido?. Comienza a leer para descubrirlo.

Demon's Souls se desarrolla en el ficticio reino de Boletaria. Su rey trajo la prosperidad a las tierras haciendo un descontrolado uso de las almas y convirtiéndolas en moneda, lo cual despertó a un demonio chupa-almas llamado El Anciano. Todo esto acaba desencadenando en que el poder de las almas corrompe al rey y todos los que mueren se ven convertidos en demonios.

O algo así. Si he de ser sincero, el interés que pueda suscitar la trama se pierde rápidamente debido a que no se hace un uso apropiado de la narración. Una vez planteada la situación inicial de la historia mediante la consabida introducción, descubrir nuevos detalles dependerá de cuanto queramos explorar. Los recovecos de la historia se irán averiguando hablando con algunos personajes, investigando bien los niveles.. Pero son cosas tan inconexas e irrelevantes que lo normal es perder tanto el hilo como el interés. O al menos eso es lo que me ocurrió a mí. Y es una pena, porque de haber adoptado otro enfoque creo que el argumento podría haberse sumado a la lista de virtudes de este título.

Ya sabéis que soy un poco patán para evaluar la calidad técnica de los gráficos, pero creo que en ese sentido logran alcanzar un buen nivel sin destacar especialmente. En cuanto a diseño de enemigos y escenarios sí que he de romper una lanza a favor del título. Han sabido aportar gran variedad a los escenarios teniendo en cuenta que los 5 mundos transcurren en fortalezas/castillos. Hay momentos en los niveles que nos encontraremos con vistas realmente espectaculares (aunque inaccesibles), y algunos enemigos como el enervante dragón azul son realmente bellos. En ese aspecto el juego es más que disfrutable.Demon's Souls es uno de esos títulos que tiende a abusar del silencio. A lo largo del transcurso de los niveles no oiremos más música que el sonido de nuestros espadazos y nuestros propios gritos al morir por séptima vez consecutiva. Si bien es cierto que hay quien parece disfrutar de la ausencia de música en cierto tipo de juegos, ese no es mi caso. Gracias a Dios, los combates contra jefes sí que estarán musicalmente acompañados, en algunos casos con piezas muy buenas. Pero en general no son nada especialmente reseñable. Para mí el mejor tema es el que suena en los créditos cuando haces el final de chico malo.

Todo lo descrito hasta ahora casi carece de importancia, ya que es en el aspecto jugable donde los fans de Demon's Souls centran sus alabanzas, y donde los detractores hacen sus críticas.En Demon's Souls habrá un total de 5 mundos a recorrer, cada uno dividido en varios niveles separados por jefes finales. Una estructura bastante poco común dentro del género pero que en la práctica funciona perfectamente bien, gracias en parte a que se nos permite completar los niveles en cualquier orden.

En cada uno de esos niveles la estructura es la siguiente: un escenario relativamente grande que explorar (y que merecerá la pena explorar entero), muchos enemigos y trampas con los que lidiar, y un boss al final. La causa de la frustración de tantos jugadores es que las trampas son mortíferas, los enemigos hacen mucho más daño que tú, y los bosses son difíciles de abordar. Vamos, que estaremos puteados por todos los frentes.

Uno de los jefes finales con madre promiscua

Pero no caigamos en el error de pensar que, como en tantos otros juegos tachados de difíciles, todo se basa en ensayo y error. En Demon's Souls todo es cuestión de habilidad, y esa es su gran baza. No importa cuanto nivel tengamos ni cuan poderosos sean nuestros ítems. Si somos unos mancos, moriremos. Del mismo modo, si no hemos encontrado objetos poderosos pero somos muy hábiles, podremos superar cualquier enfrentamiento. En ese sentido Demon's Souls alcanza un equilibrio casi perfecto, que a prácticamente cualquier jugador obligará a desarrollar un dominio de las mecánicas y a perder algo de tiempo en buscar o mejorar objetos, pero a casi ninguno obligará a farmearse los ítems más poderosos para acabar con éxito la aventura. La tremenda influencia que tiene la habilidad se nota incluso en las trampas, ya que la gran mayoría pueden ser detectables a poco que estemos algo atentos.

Gran parte de nuestra victoria en los combates dependerá de lo hábilmente que gestionemos nuestra barra de resistencia. Esta barra (que se suma a las típicas de vida y maná) descenderá cada vez que lancemos un golpe, corramos, bloqueemos un golpe con el escudo, esquivemos... Se recupera entera en apenas unos segundos, pero si llega 0 habrá un breve instante de tiempo en que apenas podremos movernos.. y ahí seremos vulnerables. MUY vulnerables. Un añadido bastante interesante y divertido, en mi opinión.

Para hacer frente a todas las dificultades dispondremos de un gran arsenal de armas, hechizos, milagros, ítems.. Algo que no me gusta de muchos ARPGs es que la única repercusión que tiene el cambiar de arma es el incremento de las estadísticas del jugador. Eso no ocurre en Demon's Souls. Más allá de sus estadísticas de daño, cada arma será única en otros muchos aspectos: la velocidad al golpear, la dirección en la que hace los golpes (derecha a izquierda, al revés, estocadas, etc.), la cantidad de energía que consume al usarse... Esto hace que probemos prácticamente cada arma que cae en nuestras manos hasta dar con una que se amolde perfectamente a nuestro estilo de juego, y no simplemente guiándonos por cifras. Y eso mola.

Hechizos, milagros y anillos contribuirán también a desarrollar nuestro personaje. No hay una variedad abrumadora de magias, como en otros juegos, pero su función está claramente diferenciada. Y su utilidad está fuera de toda duda, aunque nuestro personaje no sea un mago será inevitable que acabemos utilizando algún tipo de conjuro en algún momento. Y por último están los anillos, objetos equipables que en pocas ocasiones aumentan las características del personaje, pero en otras muchas tendrán efectos directamente visibles sobre el gameplay. Prácticamente todo en Demon's Souls es útil. El juego nos ofrece muchas herramientas para afrontar la partida desde gran cantidad de puntos de vista.

Y eso es necesario, porque si bien equilibrado, Demo's Souls sigue siendo muy difícil. A poco que te despistes puede venir un enemigo cualquiera y acabar contigo de dos golpes. Hay que estar con los 5 sentidos puestos en la pantalla. Pero hay que saber diferenciar entre dificultad e injusticia, y en muy pocos casos Demon's Souls se puede catalogar como injusto.

Con injusto me refiero por ejemplo a la dificultad que introducen juegos como el famoso Gato Bros, donde pinchos invisibles pueden atravesarte en cualquier momento. Eso es injusto, pero Demon's Souls no es así. Aquí si mueres es invariablemente por culpa tuya, salvo quizás por un par de trampas en concreto. Y esa es una sensación que se le queda al jugador, y que hace que no abandone el juego de primeras. La sensación de que no es tanto que el juego te está puteando (ojo, que también), sino que uno no está siendo lo suficientemente hábil.

Es leer esto y entrarle un acojone a uno...

Y obviamente trataremos de no morir, ya que ello acarrea indeseables consecuencias. La primera, tener que empezar el nivel desde el principio, con todos los enemigos resucitados (salvo jefes). La segunda, que perderemos todas las almas recolectadas (dinero). Podremos recuperarlas si volvemos al lugar de nuestro fallecimiento y tocamos la mancha de sangre que hemos dejado, pero si volvemos a morir antes de recuperarlas se habrán ido para siempre. Teniendo en cuenta que nunca jamás iremos sobrados de almas y que no se pueden conseguir vendiendo objetos, trataremos de no perderlas en la medida de lo posible.

En resumen, que la mecánica es profunda y acorde al desafío que se nos propone, proporcionando un equilibrio perfecto entre habilidad y farmeo. El único y bastante grande defecto que le veo es la ausencia de información sobre algunos de sus puntos. Por ejemplo, la tendencia de los mundos, cuyo valor hará que se disparen unos eventos u otros. En ningún momento se informa al jugador de lo que es ni de como funciona, y es algo bastante importante como para no explicarlo. O los varios usos que tienen las almas demoníacas, que no se explican en ningún momento y puedes caer en el fallo de desaprovechar su potencia de modo irreversible. A estas se les suman otras carencias de información menos graves que se pueden subsanar con la experiencia jugable, pero que en conjunto harán que nos sintamos algo perdidos en determinados momentos del juego.

Esta es la única información que tenemos en el juego sobre la Tendencia

Otro aspecto que muchos valoran de Demon's Souls es la rejugabilidad. El sistema de tendencias que hace que no podamos ver todos los eventos en una sola partida se presta a que el juego vuelva a ser disfrutado (o sufrido). Además del modo New Game+ que añadira más dificultad a los enemigos (¡aún más!) entre otras cosillas. Aunque tras aproximadamente 40 horas de sufrimiento y desafío yo me he quedado sin ganas de más. Pero quien sabe en el futuro...

Por último, mencionar el original modo online de Demon's Souls. Si jugamos conectados a internet, en los niveles podremos ver mensajes de ayuda de otros jugadores que nos serán bastante útiles. Es bastante raro encontrarse alguno trolleante, aunque alguno hay (uno me costó la muerte grrr). Además, podremos tocar manchas de sangre del suelo que nos ilustrarán como murieron otros jugadores y tratar de aprender de sus errores (aunque esto no suele servir para mucho). También podemos solicitar la ayuda de un jugador para acabar con un boss o por contra acudir a ayudar a alguien. En resumen, un modo online original y absolutamente diferente. No es que sea algo para tirar cohetes, pero le da un toque que haga que merezca la pena usar este modo en lugar del normal.

A pesar de sus comentados fallos, creo que Demon's Souls es un juego más que recomendable. Nos obligará a superarnos a nosotros mismos como jugadores en más de una ocasión, a comprender las mecánicas y tratar de mejorar en el noble arte de salvar el mundo. Su dificultad es elevada, sí, pero no creo que sea puteante. Es simplemente un juego muy difícil, pero no es la clásica dificultad artificial que tanto molesta. Así que si te gustan los retos y eres fan de los ARPGs o incluso de los Hack & Slash este puede ser tu juego. A mí me ha gustado mucho. A pesar de haberme cabreado en alguna que otra ocasión.