Las circunstancias no invitan al optimismo, más si cabe, cuando en este tramo de partidos de la primera vuelta, el equipo de Pellegrini tan solo logró 2 de los 15 puntos en juego.
El pasado Domingo, se pudo apreciar una notable falta de fondo físico en los jugadores albicelestes. La necesidad de comprimir el calendario debido a la celebración de la próxima Eurocopa eleva el número de jornadas entre semana. Por otro lado, hay que tener en cuenta las pocas rotaciones que realiza Pellegrini en caso de que no haya lesiones. Ambos factores confluyen en que el Málaga llevará colgado del cuello hasta el final de la temporada el hándicap de tener a sus hombres fundamentales literalmente cansados.
Podríamos pensar que, llegados a este punto, tocaría aprovechar el amplio fondo de banquillo con que cuenta el equipo. Sería una gran opción si no fuera porque esa bala ya se ha usado de manera obligada debido a las numerosas lesiones de larga duración que han sufrido los jugadores que todos sabemos.
A pesar de todo esto, el Málaga sigue defendiendo el cuarto puesto y sigue dependiendo de sí mismo para ser tercero al final del campeonato. Equipos como el Valencia (con una semifinal y posible final de Europa League en el punto de mira) o el mismo Sevilla, que el Lunes caía goleado en Getafe; están mostrando una irregularidad notoria.
Por lo tanto, Europa debe ser una realidad para la plantilla y ahora llega el momento de demostrar que el Málaga es un equipo capaz de competir frente a los mejores clubes del viejo continente. Llega el momento de demostrar hasta dónde podemos llegar.