Que yo sepa, en fin, no hay más maneras de confrontarse con el absurdo (con la realidad), que las que aquí se exponen: primero, escapar de él a través del suicidio. Segundo, resignarse. Tercero, por medio de la creencia en una vida en el más allá en la que nos reencontraremos con eso que perdimos. Cuarto: la filosofía, último recurso desde el que intentar concluir que, aunque la realidad sea absurda, la vida no tiene por qué serlo también.
¿Demuestra el avión de Lufthansa estrellado que la vida es absurda?
Por Javier Martínez Gracia @JaviMgraciaQue yo sepa, en fin, no hay más maneras de confrontarse con el absurdo (con la realidad), que las que aquí se exponen: primero, escapar de él a través del suicidio. Segundo, resignarse. Tercero, por medio de la creencia en una vida en el más allá en la que nos reencontraremos con eso que perdimos. Cuarto: la filosofía, último recurso desde el que intentar concluir que, aunque la realidad sea absurda, la vida no tiene por qué serlo también.