Qué hermoso pasaje, ¿qué le podremos dar a Dios? ¿Qué hay en este mundo que no le pertenezca ya? ¿Qué hace latir el corazón del Padre Celestial? Y ¿qué es lo único en todo el universo qué tiene su imagen y semejanza?
Nosotros somos de Él, desde el seguidor de Cristo más consagrado hasta el ateo más liberal, incluso el ocultista más renombrado, todos tienen la imagen de Dios y lo quieran aceptar o no: le pertenecen a Él.
¡Denle a Dios lo que pertenece! Es el clamor del hijo, Jesús, den sus vidas a Dios, porque ustedes le pertenecen, porque tienen su imagen, no se nieguen más a aceptar su legado divino, vuelvan a los brazos de Papá.
Qué maravilloso, le pertenecemos a Papá, somos hechura suya, obra de sus manos, fruto de su creatividad, su huella, su misma imagen esta en nosotros.
Qué realidad tan sublime, por ello ni lo alto, ni profundo, ni ninguna cosa creada podrá arrebatar ese tesoro y privilegio, ése alto honor: somos creados A SU IMAGEN.
-Inspirado en el devocional Tiempo con Dios del 2 de Marzo de 2016, Mateo 22:15-22