Dennis Hopper: el gran salvaje

Publicado el 01 junio 2010 por Fantomas

Dennis Lee Hopper nació el 17 de mayo de 1936, en el pueblo de Dodge City, Kansas. Cuando tenía trece años de edad, su familia se mudó a San Diego, California, donde su madre trabajó como instructora de salvavidas, y su padre como gerente de la oficina de correos (aunque según el mismo Hopper, su padre en realidad trabajaba en la OSS, la agencia precursora de la CIA). Sería en San Diego donde Dennis descubriría su afición por la actuación. De hecho, una vez que terminó la secundaria, él estudiaría teatro en la Old Globe Theatre y posteriormente en el New York Actors Studio (donde estuvo bajo la tutela de Lee Strasberg durante cinco años). Durante ese periodo, el actor entablaría una gran amistad con su colega Vincent Price, con quien compartía la pasión por el arte. A los 18 años debutaría como actor con un papel menor en la serie de televisión “Cavalcade of America” (1954), y posteriormente en el drama televisivo “Medic” (1955), donde interpretaría a un paciente epiléptico. Aunque por un tiempo se dijo que su debut cinematográfico sería en la cinta “Johnny Guitar” (1954), el mismo Hopper se encargó de desmentir dicho rumor asegurando que ni siquiera se encontraba en Hollywood cuando fue rodado el film.
Hopper debutaría en el cine con la cinta “Rebel Without a Cause” (1955), y posteriormente trabajaría en “Giant” (1956), ambas protagonizadas por el legendario James Dean, a quien Dennis admiraba inmensamente y con quien el actor desarrollaría una gran amistad. Es por este motivo que no resulta extraño que el entonces joven Hopper se viera fuertemente afectado por el fallecimiento de Dean en 1955, a causa de un accidente automovilístico. Esto provocó el que actor se comportara de manera errática durante algún tiempo, lo que estalló durante la filmación de “From Hell to Texas” (1958), donde Hopper se rehusaba a seguir las indicaciones del director Henry Hathaway. Debido a este incidente, Hopper se convirtió en una paria dentro del circuito hollywoodense, lo que lo condenó durante algún tiempo a protagonizar oscuras cintas serie B y a conseguir roles menores diversas series de televisión. De todas formas, el actor se las arreglaría para codearse con algunos de los artistas más famosos de aquel periodo. De hecho, en 1956 cuando Elvis Presley estaba filmando su primera película en Hollywood (“Love Me Tender”), Hopper era compañero de cuarto de Nick Adams, quien tenía un rol en aquella cinta. Gracias a esto, los tres se volvieron amigos y se les vio juntos en variados eventos sociales.



En 1961, Hopper contraería matrimonio con Brooke Hayward, con quien tendría una hija llamada Marin. Para ese entonces el actor ya consumía drogas y exhibía un comportamiento violento, por lo que su matrimonio sólo duró ocho años. Sin embargo, este matrimonio lo ayudaría a reactivar su carrera de una forma bastante inesperada; Debido a que la madre de Hayward, la actriz Margaret Sullivan, era amiga de John Wayne, este le dio un papel a Hopper en la cinta “The Sons of Katie Elder” (1965). Luego de obtener buenas críticas por su actuación en dicho film, Hopper consiguió una serie de roles que le valieron el beneplácito de la crítica pese a ser papeles menores, como por ejemplo el de Babalugats en la película “Cool Hand Luke” (1967), o el del ladrón de caballos en “True Grit” (1969), donde nuevamente compartió roles con John Wayne. Durante el rodaje de esta última cinta, Wayne acabó odiando a Hopper hasta el punto de aterrizar en el set en helicóptero en busca del actor con toda su ira desatada; “¿Dónde está ese maricón de Hopper? Quiero a ese rojo cabrón, ¿Dónde se ha escondido el muy comunista?”, vociferaría Wayne con revólver en mano aquel día. Hopper tuvo que permanecer escondido en una caravana ajena hasta que Wayne decidió irse.
En 1969 Hopper debutaría como director y guionista de lo que sería un estudio acerca de la contracultura reinante durante los sesenta en Norteamérica, y la tensión existente en el país. “Easy Rider” (co-escrita por Peter Fonda y Terry Southern) dio inicio a una nueva era del cine en Hollywood. La cinta se convirtió en un retrato de los excesos y los aspectos más oscuros de los sesenta; las historias del uso de drogas del elenco durante el rodaje del film hoy ya son legendarias. Hopper sería aclamado por su uso de la improvisación y por su innovador proceso de edición. Además sería el primer film en utilizar una banda sonora compuesta por hits de la época (incluyendo la archiconocida “Born to be Wild” de Steppenwolf), marcando una nueva tendencia. Es por esto que no resulta extraño que la cinta ganara el premio al Mejor Primer Trabajo en el Festival de Cannes, además de recibir dos nominaciones al Oscar, una al mejor guión original, y otra al mejor actor secundario la cual recayó en un joven Jack Nicholson. Sin embargo, es sabido que la realización de esta película resultó ser problemática debido a las diferencias creativas y personales entre Fonda y Hopper, ya que este último se encontraba en plena crisis matrimonial con Brooke Hayward, lo que aumentó su consumo de drogas y alcohol y lo llevó a encerrarse en la sala de edición.

El 31 de octubre de 1970, Hopper contraería matrimonio con la cantante Michelle Phillips, de la banda The Mamas and the Papas, con quien duraría casado sólo ocho días. A principios de los setenta, la Universal Pictures atravesaba un bache comercial bastante considerable. Los ejecutivos del estudio decidieron producir cintas independientes, intentando captar la atención de los adolescentes de la época. Como “Easy Rider” se había convertido en una suerte de punto de referencia para los realizadores independientes, los ejecutivos de la Universal le dieron a Dennis Hopper completa libertad para rodar lo que él quisiera. Aunque era sabido el problema que el actor tenía con las drogas, este era el hombre de moda en Hollywood por lo que la Universal pensó que el riesgo valía la pena. Su segunda película, “The Last Picture” (1971), es una metáfora acerca del fin del sueño americano ambientada en el rodaje de un western serie B en un poblado de Perú. Luego de las múltiples correrías por Perú con sus colegas Peter Fonda y Kris Kristofferson (donde la cocaína y las mujeres de mal vivir circulaban con alegría por el set), Hopper regresó a los Estados Unidos con más de 40 horas de material rodado. Durante el tumultuoso proceso de edición, el actor se concentró en Taos, Nuevo México, donde se dice que el mismísimo Alejandro Jodorowsky le ayudó a editar el film.

Pese a que “The Last Movie” ganó el premio de la crítica en el Festival de Venecia, en Estados Unidos fue masacrada por la crítica e ignorada por el público. Debido a este bullado fracaso y su cada vez más extraño comportamiento, Hopper nuevamente quedó confinado al limbo cinematográfico. En 1972, el actor contraería matrimonio con Daria Halprin, con quien se divorciaría luego de cuatro años y tendría una hija llamada Ruthanna. Durante el resto de la década de los setenta, Hopper fue capaz de mantener su alocado estilo de vida gracias a los roles que obtuvo en una serie de cintas de bajo presupuesto, algunas de los cuales fueron rodadas en Europa, donde por lo general interpretaba a “maniáticos atormentados”. Entre dichos films se encuentran “Mad Dog Morgan” (1976), “Tracks” (1976), y “The American Friend” (1977), entre otros. Sería de la mano del director Francis Ford Coppola y su película “Apocalypse Now” (1979), que Hopper pudo reactivar nuevamente su carrera gracias a su papel como un trastornado fotógrafo de guerra. Posteriormente Hopper ganaría nuevamente reconocimiento como director gracias a la cinta “Out of the Blue” (1980), la cual fue concebida como una seudo-secuela de “Easy Rider”, donde se mostraba que podría haber sucedió con los protagonistas de esta última luego de diez años de transcurrida la historia.

Inmediatamente después, Hopper protagonizó la cinta “Human Highway” (1982), cuyo rodaje tuvo que ser suspendido en múltiples ocasiones debido al impredecible comportamiento del actor. Según el periodista Peter Biskind, en ese entonces Hopper consumía más de tres gramos de cocaína al día, lo que complementaba con treinta cervezas, marihuana, y algunas Cubas Libres. Luego de montar un “intento de suicidio” en la Rice University Media Center, en el que utilizó un ataúd y 17 cartuchos de dinamita, para luego desaparecer en el desierto mexicano luego de una extravagante noche de juerga, Hopper entró a un programa de rehabilitación de drogas en 1983. Durante este periodo, la carrera de Hopper despegó notoriamente. No sólo obtuvo el beneplácito de la crítica por sus interpretaciones en las cintas “Rumble Fish” (1983), del director Francis Ford Coppola, y “The Osterman Weekend” (1983), de Sam Peckinpah, sino que además interpretaría uno de los papeles más icónicos de su carrera; el del sádico y demente gangster Frank Booth en el bizarro thriller de David Lynch, “Blue Velvet” (1986). Es sabido que luego de que Hopper leyera el guión de la cinta de Lynch, este llamó al director y le dijo: “¡Tienes que dejarme interpretar a Frank Booth, debido a que yo soy Frank Booth!”.
En 1986, Hopper también recibiría una nominación al mejor actor secundario por su actuación en el film “Hoosiers”. Dos años más tarde filmaría “Colors” (1988), un brutal retrato de la guerra entre la policía de Los Ángeles y las pandillas que aterrorizaban los suburbios de la ciudad. El director no sólo logró otorgarle un perturbador estilo documental a la historia, sino que además contó con la estupenda actuación de sus protagonistas, Robert Duval y Sean Penn. En 1989, Hopper se casaría por cuarta vez, en esta ocasión con Katherine LaNasa con quien duraría casado un poco más de un año y tendría un hijo llamado Henry Lee. Los próximos proyectos como director de Hopper no fueron bien recibidos por la crítica ni el público. Mientras que “The Hot Spot” (1990) pasó casi desapercibida, el thiller "Catchfire" (1990), protagonizado por Jodie Foster, se convirtió en objeto de pugna entre el director y el estudio, razón por la cual Hopper prefirió firmar bajo el seudónimo de Alan Smithee (el cual fue ocupado durante años por numerosos directores cuyas realizaciones no los dejaban satisfechos). Al año siguiente, el actor sería nominado al Emmy por su actuación en las cintas “Paris Trout” (1991) y “Doublecrossed” (1991), donde en esta última interpretó a Barry Seal, quien fuese traficante y informante de la DEA en la vida real.


Durante la década de los noventa, Hopper interpretó mayormente a villanos en cintas de dudosa calidad, como por ejemplo “Super Mario Bros” (1993), “Speed” (1994), y “Waterworld” (1995). Con la excepción de su cameo en “True Romance” (1993), y su participación en una de la temporadas de la serie de televisión “24” (2001-10), Hopper no obtendría roles demasiado interesantes durante el resto de su carrera. De hecho, gran parte de los trabajos cinematográficos que aceptó durante este periodo no tenían otro objetivo más que financiar sus otros intereses artísticos. Hopper era un prolífico fotógrafo, pintor y escultor. La pasión del actor/director por el arte se despertó al término de la Segunda Guerra Mundial, cuando su familia se mudó a Kansas City, Missouri, lugar donde Hopper encontró su nicho artístico en las clases sabatinas del Instituto de Arte de Kansas City. Durante los años en que estuvo exiliado de la industria cinematográfica, Hopper se convirtió en pintor y fotógrafo pasando por varios estilos que iban desde el impresionismo abstracto hasta el fotorealismo. En 1966 el actor creó el arte de la portada del álbum de Tina Turner, “River Deep Mountain High”. La última cinta del actor sería “The Last Film Festival” (2010), la cual aún no ha sido estrenada.
En 1996, Hopper se casó por quinta vez con Victoria Duffy, quien era 32 años más joven y con quien tuvo una hija, Galen Grier. Fiel a su naturaleza problemática, en enero del 2010 el actor presentó un pedido de divorcio tras catorce años de matrimonio, además de pedir una orden de restricción contra su esposa debido a considerarla “inhumana” y “volátil” (lo que no deja de ser irónico teniendo en cuenta la vida que llevó el actor). En octubre del 2009, a Hopper se le diagnosticó un avanzado cáncer a la próstata. Lamentablemente, el 29 de mayo del 2010, a los 74 años de edad, Dennis Hopper falleció a causa del cáncer que lo aquejaba. Como buen exponente de la época que le toco vivir, Hopper fue amante de los excesos y se autoproclamó como uno de los inventores de la nueva era hollywoodiense; “Yo llegué antes que todos los demás. Vi llegar a Lucas y a Spielberg y a Scorsese. Después; diecisiete años en los que no pude hacer nada, me impidieron hacer cine”. Los directores que trabajaban con él planificaban los rodajes según las drogas que tomaba y sus efectos. De esta manera no rodaban sus escenas después de comer (cuando el alcohol le hacía efecto) o le indicaban la droga a consumir según la intensidad de la escena a grabar. Al igual que su cinta más famosa, “Easy Rider”, Hopper se convirtió en sinónimo de rebeldía, drogas, rock, libertad, sexo, paz y hippismo. Pese a que antes de morir obtuvo su estrella en el paseo de la fama, que su carrera se extendió por más de cuatro décadas apareciendo en cientos de producciones, "lamentablemente" Dennis Hopper seguirá siendo recordado por un puñado de roles inolvidables, sus cinco matrimonios y su turbulenta vida personal, marcada por el abuso de las drogas y el alcohol.






por Fantomas.