Uno de los libros que C y yo nos trajimos de Madrid en esta última Feria del Libro fue 'Dentro', de Óscar Curieses.
En la contraportada del libro se puede leer el siguiente texto escrito por Jordi Doce:
"Todo sucede dentro: de la carne, de la imaginación, de la palabra: de la carne que sueña y dice, de la imaginación sonora, de las palabras que son carne y vibran, y respiran, y sangran.
Máscaras, voces, fantasmagorías, los cuerpos se aparean y luchan con sus sombras en este nuevo libro de Óscar Curieses, su segundo después de Sonetos del útero, en el que ya quedaba perfilado el mundo preambular o regresivo que recorre estas páginas como un cable en tensión: el ámbito larvario de la perpetua posibilidad, ese lugar abierto y anterior a la vida donde alienta, no obstante, el tizón de la ruina, la violencia y la muerte.
Las palabras, en Dentro, son espejos que duplican figuras y confunden los tiempos, los sentidos. Nada es lo que parece ni puede ser otra cosa. En lucha con sus dobles, con sus sueños y miedos y carencias, la voz de estos poemas nunca es más ella misma que cuando abraza sus ficciones, la vida que concibe para poder vivir."
Y aquí tienen tres poemas del libro.
Abro el vientre de los pájaros para poder soñar, todo revolotea en derredor.
Mi oficio, por el que soy perseguido, me multiplica en todas partes. He visto las cruces y las hogueras durante los tiempos oscuros, y es ahora la ciencia, tu ciencia exacta, quien me condena a vagar como piedra de nieve entre el fuego destructor.
Te burlas de mi magia y no la entiendes, hombre máquina, ¿no ves cómo se extiende? Jamás se condenó al bufón blanco a las llamas, sólo por ello te permito la risa que me libra de tu luz:
Mi magia está hecha sólo para el ciego.
Te vengo a visitar como reecuerdo todos los días con la niña. Siempre estamos juntas aquí, desde la muerte.
Tú me ves al recordarme. Pero jamás me ves mirarte, aunque la niña y yo veamos cómo tú nos miras. Ves lo que fuimos y lloras de alegría, pero no conoces la alegría de los muertos que miran a los vivos. Es tan grande... va más allá del dolor y de la desesperación... Es... bueno... No sé explicarlo mejor...
Maduramos nuestra mirada en la muerte, la vida es sólo nuestra infancia. Vemos poco o nada en ella, quizás sólo recuerdos. Pero no pasa un solo día en que la niña y yo, muertas, nos asomemos a ver cómo su padre nos mira eternamente, y nos llenamos de alegría.
Es una alegría tan grande... bueno... No sé explicarlo mejor.
TRADUCCIÓN DE ULISES O LOS HEROICOS BUZOS DE PIEDRA
El lenguaje yace en lo más profundo del océano, piedra eterna indiferente a las mareas. Lo miran las sirenas con sus profundos ojos, y lo pronuncian cosiéndolo en la boca de los hombres naufragados. Ellos luchan por hacerlo aire en su lengua, carne en su viaje. Pero la palabra siempre les alcanza, no la alcanzan ellos.
Toda lengua es un anzuelo. Todo anzuelo una pregunta. Las sirenas gritan con labios pétreos y tiran de la lengua de los hombres para que éstos digan su lenguaje bajo el agua.
Ellos, que no entienden nada, balbucean el único aire que les queda hasta ahogarse. Después, van regresando muertos, poco a poco, hasta la superficie donde flotan y son pasto de los peces.
Curieses, Óscar. 2010. Dentro. Madrid, Bartleby Editores, S.L.