De acuerdo a su denuncia, en el nosocomio no se cuenta con suficiente personal médico ni de intendencia, y aún así no les están aplicando las pruebas rápidas de COVID-19 como deberían por ser las personas con el más alto riesgo de contagio. Además, tampoco tienen el material ni los insumos necesarios, a pesar de que la Secretaría de Salud de San Luis Potosí le ha pagado muchos millones de pesos a empresas fantasma.
Como si esto no fuera suficiente, los trabajadores del hospital también dieron a conocer que se están teniendo un gran número de errores en las pruebas de laboratorio para determinar si alguien tiene o no COVID-19; según describen, primero te informan que el resultado de la prueba salió positivo y días más tarde se retractan, confirmándote que el resultado en realidad es negativo. Después se justifican alegando que se confundieron porque tienen que hacer muchas pruebas, y porque las pruebas las hacen con productos chinos que no funcionan, y cosas por el estilo…
Toda esta situación es extremadamente grave, pues el personal no sabe si está contagiado o no -independientemente de si tiene síntomas o si es asintomático- y esto conlleva a que su desempeño se vea afectado, pero sobre todo pone en riesgo a otras personas que sean cercanas a ellos o con las que tengan contacto frecuente.