Depredadores sociables

Por Realsign
Por qué nos avergonzamos al decir que vemos Sálvame, cuando es el programa con más audiencia, pero en cambio, afirmamos que nos apasiona Punset y Redes, ya que es un programa cultural muy instructivo.
En este caso, afirmar que seguimos a las masas, nos provoca vergüenza, pero cuando un hombre se viste de mujer, lo tachamos de inapropiado, raro, excéntrico, fuera de lo común, ya que no se comporta como la mayoría.
O estamos con la mayoría, o con la minoría, pero no podemos hacer la goma, adoptando una doble moral, o un trastorno de personalidad, según nos convenga.
Todos, sin excepción, hemos criticado a gente de otras razas o culturas, pero cuando en una conversación con más interlocutores, se habla de ello, y con posturas a favor de la integración social, el resto sigue a la mayoría, para no ser tachados de racistas o verse excluidos.

Imagen extraida de jpgjessmega.blogspot.com

Luego, no es lo mismo que Rafa Nadal haya ganado todo como tenista, y vaya diciendo a los medios de comunicación, que es invencible, que no hay nadie como él,etc, pero al tomar una postura humilde, la gente lo toma más en consideración, porque deja su orgullo aparcado. Pero que lo diga o no, sus triunfos no se los va a quitar su conceptualización social.
En cambio, otro Rafa, de apellido Mora, al elogiarse contínuamente, ya le tachamos de orgulloso, chulesco, gilipollas, etc.
Aquí notamos, que si hacemos ver al resto, que no son ni la mitad que nosotros, salta una chispa en el cerebro, que hace reaccionar al orgullo o ego, por lo que estamos en desacuerdo con esa persona, mostrando posturas en su contra, ya que reaccionamos como si nos estuvieran insultando, menospreciando, o atacando.
En definitiva, somos depredadores sociables, por este motivo, utilizamos estas técnicas y otras muchas de caracter ambiguo y cambiante, en pos de la supervivencia social.
De ahí que si fueramos honestos en todo momento, acabaríamos con la hipocresía, y a la vez con la sociabilidad.